El tiempo de Cuaresma debe ser un tiempo como recoges en tu carta para adquirir conciencia de nuestro pecado, lo cual advertimos por nuestra cercanía a Dios
(José Alegre, abad de Poblet).- Querida Carmen: Estamos empezando el tiempo de Cuaresma. Ha sido una constante en la vida de los creyentes pensar en este tiempo como un tiempo preferentemente, de ascesis, de sacrificio, penitencia… un tiempo en definitiva de un trabajo personal para agradar a Dios.
O quizás, dicho con otras palabras, como un tiempo de hacer Via-Crucis, o penitencias: no comer carne, u otros ejercicios piadosos que se nos puede ocurrir, sin muchas más consideraciones. No voy a decir que esto sea malo, pero sí algo defectuoso, porque es una obra que lleva a cabo la persona creyente desde sí misma, y queda muy incompleta.
El tiempo de Cuaresma debe ser un tiempo como recoges en tu carta para adquirir conciencia de nuestro pecado, lo cual advertimos por nuestra cercanía a Dios. Es la santidad de Dios la que descubre y pone al descubierto mi pecado, mi infidelidad. Cuando me acerco a un Dios amor, un Dios de luz y misericordia, tomo conciencia de mi falta de amor, de mi oscuridad, de la dureza de mi corazón…
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