Donde se vive la pobreza autentica, el diablo huye, no puede respirar
(Celso Morga, secretario de la congregación del Clero).- No tuve la oportunidad de conocer al Cardenal Jorge Mario Bergoglio durante los casi cuatro años que estuve en Cordoba (Argentina), trabajando en el Tribunal eclesiastico y en el Seminario.
Sin embargo, el año pasado, durante el mes de mayo, participé en el III Congreso Nacional de Catequistas de la Argentina, que se celebrò en la ciudad de Moròn, cerca de Buenos Aires.El Cardenal Bergoglio presidio la misa de clausura del Congreso y ahì sì tuve la fortuna de saludarlo brevemente, despues de la celebracion.
Para mi – como, pienso, para muchisima gente – la eleccion del Cardenal Jorge Mario Bergoglio a Obispo de Roma y Sumo Pontifice ha sido una gratisima sorpresa. Cierto que se habian publicado algunos datos del Conclave de 2005, que eligio a Benedicto XVI, y, a posteriori, quizas estaba ahi una probable lectura de lo que podria ocurrir en el Conclave recien concluido. El Cardenal Bergoglio, en aquella ocasion, habia recibido no pocos votos, segun fue publicado.
En todo caso, pienso que el Espiritu Santo lo ha ido formando como fiel cristiano y como Pastor, a traves de un largo camino, del que no ha estado ausente el sufrimiento, para ponerle sobre los hombros esta formidable mision de Sucesor de Pedro.
Hay dos aspectos que me han hecho mucho bien en sus primeros mensajes. En primer lugar, su insistencia en la misericordia de Dios y en la misericordia, compresion e, incluso, ternura, de unos para con otros.
Durante la homilia que el Santo Padre tuvo en la parroquia de Santa Ana del Vaticano el pasado 17 de marzo, hay una afirmacion impresionante: «para mi, lo digo humildemente, este es el mensaje mas fuerte del Señor: la misericordia…el Señor no se cansa de perdonar jamas, jamas. Somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdon». Es el mensaje de siempre, pero es un mensaje del cual el mundo de hoy tiene urgente necesidad.
El segundo aspecto que me ha hecho mucho bien en estos primeros mensajes del Papa Francisco es su llamamiento a la pobreza en la Iglesia; a la pobreza como la vivio y predico Nuestro Señor y depues de El todos los santos y, en particular, San Francisco de Asis.
Nos hace mucho bien en la Iglesia volver a la pobreza evangelica, cada una y cada uno segun su estado y condicion, pero sin poner el corazon en las riquezas o, en general, en las cosas de la tierra, y considerando a los pobres como la verdadera riqueza de la Iglesia.
Es el unico camino que la Iglesia tiene hoy para ser creible en el mundo. Sin esta condicion, el mensaje evangelico, que la Iglesia debe anunciar, no serà creible ante nuestros contemporaneos.
Ademas, como me decia un amigo sacerdote ayer, comentando esta llamada fuerte del Santo Padre, donde se vive la pobreza autentica, el diablo huye, no puede respirar. No sé si lo habrà leido en algun Santo Padre o en algun autor espiritual. No lo habia oido ni pensado anterirmente, pero me parece que contiene una gran verdad.