Personas cuya vida se multiplica como el pan de cada día
(José Luis Cortés, en «Ciclo C» -Rd-Herder-).- La vida de un cristiano, la vida «resucitada», no debería ser como las de las demás personas; debería ser una vida vivida en paz (DOMINGO: «Paz a vosotros»); una paz que se alimentara de la presencia constante de Dios (LUNES: «El Señor está contigo»).
Debería ser un re-nacimiento diario (MARTES: «Con Nicodemo») como personas salvadas, es decir, personas que conocen bien el sentido último de sus vidas (MIÉRCOLES: «El que obra la verdad, se acerca a la luz»), y que poseen ya desde ahora una vida eterna, total (JUEVES: «El que cree en el Hijo, posee la vida eterna»).
Personas cuya vida se multiplica como el pan de cada día «(VIERNES: «La multiplicación prodigiosa»), y que descartan los temores básicos que aterrorizan al resto de la gente (SÁBADO: «Soy yo no temais»).
Semana en la que meditamos sobre qué aporta a nuestra vida el ser una vida «resucitada».