Estamos preocupados por preservar la cohesión social y en luchar contra toda exclusión para favorecer la justicia social
Cáritas Vizcaya ha realizado un llamamiento a la comunidad cristiana y a la ciudadanía en general para que ceda sus pisos vacíos a la institución caritativa de manera gratuita o a través de un alquiler social para que los colectivos «más desfavorecidos» de la sociedad puedan acceder a una vivienda digna.
La institución caritativa pretende lograr así la cesión de mil viviendas que se destinarían a atender a las 4.000 personas que el pasado año acudieron a Cáritas en el territorio en demanda de una vivienda digna.
Ni casa sin personas, ni personas sin casa
Esta campaña de Cáritas Vizcaya, denominada «Ni casa sin personas, ni personas sin casa», ha sido presentada en Bilbao en una rueda de prensa en la que ha participado el Obispo de Bilbao, Mario Iceta, el director de Cáritas Vizcaya, Carlos Bargos, y el director de los planes de vivienda de la institución, Unai Segura.
Por medio de esta campaña, Cáritas Vizcaya quiere «salir al encuentro de esta necesidad» de vivienda en los colectivos «más desfavorecidos», al entender ésta como «un bien primario y un derecho esencial de las personas». «Estamos preocupados por preservar la cohesión social y en luchar contra toda exclusión para favorecer la justicia social», ha indicado Iceta.
Tras afirmar que la institución eclesiástica quiere aportar su «granito de arena» para dar una solución «concreta» a estas «dificultades a las que se enfrentan muchas personas», el obispo bilbaíno ha apelado a la «solidaridad» de la sociedad para colaborar en esta causa.
Tres acciones
Así, Cáritas Vizcaya ha propuesto a la ciudadanía tres acciones para colaborar con esta campaña. Por un lado, la puesta a disposición de la institución de viviendas vacías de forma gratuita o a través de un alquiler social para que la entidad las dedique a las personas «más necesitadas».
Asimismo, se puede participar mediante aportaciones económicas, a través de donativos o haciéndose socio de Cáritas, dirigidos a la adecuación y gastos de mantenimiento de las viviendas gestionadas por la entidad.
Por último, se propone a la ciudadanía «compartir su tiempo» a través de la labor de voluntariado para acompañar a las familias que están siendo atendidas en los diferentes pisos con que cuenta Cáritas Vizcaya, que actualmente suma alrededor de 40 viviendas.
Por su parte, el director de Cáritas en el territorio ha manifestado que esta campaña es fruto de «la observación de la realidad», que ha originado en la institución un movimiento «de activación» para dar respuesta a esa realidad.
Pérdida de vivienda
A su juicio, a los tradicionales problemas de acceso a una vivienda digna de ciertos colectivos, se añade con la crisis la «dramática pérdida de la vivienda por motivos económicos». En este sentido, ha hecho referencia a los datos del Consejo General del Poder Judicial, que registran unas 1.100 ejecuciones hipotecarias en Euskadi al año.
Además, Bargos ha señalado que más del 40 por ciento de las personas usuarias de Cáritas, alrededor de 4.000, viven en una situación de vivienda precaria, es decir, viven en una habitación de manera itinerante o la propia vivienda carece de condiciones «dignas» para convivir en ellas. A esto se suman las «400 ó 500» personas sin hogar contabilizados por la institución religiosa.
«Desde esta dolorosa realidad que condena a muchas personas a la exclusión social iniciamos esta campaña«, ha señalado Bargos, a lo que ha añadido que la institución llevará a cabo un acompañamiento de las familias que resulten beneficiarias de esta campaña, con el objetivo de que «tengan una buena entrada» en la misma.
La campaña se pondrá en marcha este fin de semana, por medio del envío de sobres con materiales impresos a las 300 parroquias y centros de culto de toda Vizcaya, a los centros de Cáritas, órdenes religiosas, centros educativos de la iglesia, entre otros. Cada sobre contiene carteles sobre la campaña, una carta del director de la institución y un auxilio litúrgico para apoyar las eucaristías.
Igualmente, todo este material está disponible en la página web de Cáritas Vizcaya, así como en sus perfiles de Facebook y Twitter.
Silencio y omisión contra el abso
Por otro lado, Con representantes de 13 países y más de 150 inscritos, dio comienzo este lunes en México D.F. la Conferencia Latinoamericana sobre Trata de personas bajo el lema «Transformemos en acción el silencio y la omisión frente a la trata y el abuso de los más vulnerables«.
Esta cita tiene lugar en el marco de la V Conferencia regional para Latinoamérica y el Caribe de la UMOFC (Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas), una organización con representación en la UNESCO y la FAO, entre otras, y más de 100 años de historia nucleando a decenas de organizaciones de mujeres en unos 60 países.
En la Conferencia participa Mario Fanjul, referente de Cáritas Española en Honduras, que coincidirá en las sesiones, que tienen lugar hasta mañana viernes en la capital mexicana, con representantes de Cáritas Colombia, de Cáritas Nicaragua y de Cáritas Internationalis.
La trata, el segundo negocio más grande del mundo
Como señaló en la apertura del encuentro Mónica Santamarina, vicepresidenta general y Vicepresidenta para América Latina y el Caribe de la UMOFC al referirse al problema de la trata de personas, «hablamos del segundo negocio más grande del mundo; hoy genera más utilidades comprar y vender personas que comprar y vender armas. Eso nos tiene que doler. Tenemos que sensibilizar. Cuántos todavía cerramos los ojos, no entendemos, no queremos ver. Hay que sensibilizar, aprender, actuar. La labor de prevención siempre es la de mejores resultados. Tengamos esperanza. Con que una persona se logre recuperar ya valió la pena todo el esfuerzo».
Para la italiana María Giovanna Ruggieri, presidenta general de la UMOFC, «la trata de personas es el mayor azote del siglo XXI». Frente a ello «queremos ser voz de la Iglesia, ofrecer inspiración, estímulo, compromiso del amor en acción». En su intervención del lunes, mencionó, entre las causas de la trata, a la «pobreza moral que lleva a muchos con buenos ingresos a considerar a las personas, mujeres, niños, objeto y fuente de su placer personal». Y destacó, asimismo, que la trata es una «tragedia que afecta a mujeres cada vez más jóvenes. Queremos conocer, comprender las causas, ver qué acciones se llevan a cabo en distintos países, preguntar por la responsabilidad de los ciudadanos, la responsabilidad del cliente, de los gobernantes, de la sociedad».
Esclavitud con fines delictivos
Otro de los primeros ponentes de la Conferencia, monseñor Gustavo Rodríguez Vega, obispo de Nuevo Laredo y miembro del Departamento de Justicia y Solidaridad del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), ofreció un aporte original a la definición de trata de personas: «Yo añadiría a esta definición, ya clásica, otra forma de esclavitud que se da en el mundo actual, que es la esclavitud con fines delictivos. En mi diócesis, como en muchos otros lugares afectados por la violencia y el crimen organizado, muchos adolescentes y jóvenes son tomados por la fuerza para trabajar a favor de un grupo delictivo, bajo la amenaza de matarlos o, peor aún, la amenaza de hacer daño a sus seres queridos. Otros que ingresaron a los grupos, tal vez atraídos por el deseo de dinero fácil, o por motivos de venganza, al momento de quererse retirar, son igualmente forzados a permanecer en el grupo por motivos de seguridad».
Paneles temáticos
En los diferentes paneles temáticos en los que está dividido el programa de la Conferencia, los participantes analizan cuestiones cómo operan las redes de tratantes; quiénes son víctimas, victimarios y consumidores; la explotación para pornografía infantil, turismo sexual, explotación laboral y tráfico de órganos; cuál es el panorama de la trata en Latinoamérica; el papel de los medios de comunicación frente a la trata; la captación en redes sociales; y la puesta en marcha de estrategias de denuncia y canalización de víctimas.
(Rd/Agencias)