Cuando algo o alguien nos toca de verdad el corazón, hacemos lo que sea para no dejarlo pasar. Aunque no siempre
(Jesús Rojano, en Patio Salesiano).- Los tesoros no son sólo cosa de piratas. Según Jesús, todos buscamos el gran tesoro de la felicidad. ¿Dónde está tu tesoro?
«No amontonéis tesoros en la tierra, donde hay polilla y herrumbre que corroen, y ladrones que socavan y roban. Amontonad más bien tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que corroan, ni ladrones que socaven y roben. Porque…
donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón«.
(Mt 6,19-21)
Un sociólogo francés, Michel Maffesoli, dice que la mayoría de las personas hoy estamos en búsqueda, que tenemos muchas dudas y vagamos de acá para allá como peregrinos, incuso como nómadas, en busca de algo o alguien que nos llene.
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