Los métodos tradicionales no logran conectar con esta generación proactiva, multitarea, ultrarrápida, interconectada
(Escuelas Católicas).- En un contexto complicado, de crisis económica, fuertes recortes a la concertada y cambios legislativos, Escuelas Católicas quiere mirar más allá y afrontar el futuro con optimismo, confianza y, sobre todo, con propuestas realistas e innovadoras que nos ayuden a educar a personas creativas que sepan desenvolverse en el futuro, sean cuales sean sus nuevos retos. Para ello, los días 21, 22 y 23 de noviembre EC celebrará su XII Congreso bajo el lema «Escuela creativa. Emprender, participar, dar sentido».
Escuelas Católicas no cejará en su defensa de los intereses de la escuela concertada (como lo está haciendo en Andalucía o Madrid, donde se está tratando injustamente a la concertada), ni en la necesidad de buscar soluciones para estos momentos de crisis y para afrontar la reforma educativa con la máxima garantía de éxito, pero no por ello renunciará a seguir investigando y aprendiendo de los grandes maestros pedagogos o de escuelas en crecimiento que apuestan por nuevos modelos.
En la sociedad actual nuestros alumnos necesitan nuevas competencias para el siglo XXI. Los métodos tradicionales no logran conectar con esta generación proactiva, multitarea, ultrarrápida, interconectada. Debido a la irrupción de las tecnologías social media, la creatividad se ha convertido en el gran valor que ha provocado nuevas experiencias emprendedoras, nuevas iniciativas de inteligencia colectiva que es necesario conocer.
Por ello, excelentes ponentes del mundo de la educación, la pedagogía, la dirección de empresas innovadoras, tanto nacionales como internacionales, participarán en este Congreso, que tendrá lugar en el Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid. Estos expertos ofrecerán propuestas interesantes y reveladoras que nos harán mirar a la escuela como el foco de sentido, de cambio, de regeneración, de progreso.
En el Congreso anterior de EC, celebrado en 2011, se puso de relieve la necesidad del cambio de paradigma de liderazgo educativo, y en éste se quiere concretar en qué consiste el modelo de escuela que soñamos.
Un modelo que apuesta por el cambio basado en cuatro ideas-fuerza: ser instituciones creativas y ayudar a nuestros profesores a ser y formar creativos preparados para afrontar un futuro incierto; crear nuevas redes de colaboración, porque nunca seremos más inteligentes y eficaces como cuando trabajamos desde los equipos creando un proyecto común; lograr una escuela emprendedora que forme emprendedores; y reforzar el valor de la escuela católica desde su sentido evangélico.