La universidad es el mejor foro para avanzar en estos caminos de aprendizaje y de búsqueda creativa y compartida
(Jesús Bastante).- María Rita Martín Artacho es la directora del Servicio de Evangelización y Diálogo de la Universidad Loyola Andalucía desde noviembre de 2012. Su destacada trayectoria en la Institución Teresiana, donde ha trabajado en el campo de la animación y formación teológico-espiritual, y en la pastoral con jóvenes, le confieren una notable experiencia que ahora tratar de plasmar en esta nueva universidad de la Compañía de Jesús.
¿Qué es el SED? ¿En qué consiste?
El Servicio de Evangelización y Diálogo (SED) es un servicio que se ofrece a toda la comunidad universitaria Loyola Andalucía, creado recientemente y que hereda rica la trayectoria del aula fe-cultura y de la pastoral de etapas anteriores.
Presenta como novedad que está inserto en el proyecto de la Universidad junto con otros servicios, y que está llevado a cabo fundamentalmente por laicos con preparación específica y formados en el carisma y espiritualidad ignaciana.
El hecho de crear este servicio, de dotarlo de medios y recursos habla de la importancia del área a la que atiende.
¿Qué se pretende con este servicio? ¿Cuáles son sus objetivos?
Hay unos objetivos a largo plazo que marcan el horizonte. Son los que aspiran a la identificación con los valores que se propugnan en una universidad de inspiración cristiana y jesuita.
Desde el SED soñamos con que todos los alumnos y alumnas, así como el profesorado y el personal no docente, reconozcan en valores como la honradez, el esfuerzo, el trabajo en equipo, la mirada global y despierta ante la realidad, la solidaridad, el compromiso con la justicia, la apertura a la trascendencia, el respeto a toda creencia religiosa… los pilares sobre los que cimentar sus vidas. Soñamos que puedan pensar desde dichos valores y que sean criterios de actuación a lo largo de la vida.
Los objetivos a medio y corto plazo van encaminados a la acogida de la dimensión creyente como fuente de sentido, que ayuda a crecer en humanidad, que abre a la realidad y compromete la vida en la transformación del mundo según el mensaje de Jesús.
¿Es la universidad un lugar apropiado para la evangelización?
Soy consciente de que decir evangelización, así a las claras, puede crear en algunas personas cierto «malestar». Personalmente pienso que la universidad es lugar propicio, siempre que se entienda que la evangelización es oferta libre y gratuita de una buena noticia. El mensaje de felicidad para todos que aporta el Evangelio no se impone, sencillamente se ofrece. Si esta convicción ha estado siempre presente, cuánto más en nuestro «aquí y ahora» que presumimos, con razón, de ambientes de pluralidad, de tolerancia, de respeto, de acogida de las diferencias, etc.
Es el momento actual con sus enormes desigualdades, con la fuerte carga de agresividad y violencia, de gente decepcionada y sin perspectivas de futuro, etc. y también con tantas personas en búsqueda, solidarias y deseosas de trabajar para hacer un mundo más habitable y más humano, el que está urgiendo al anuncio del mensaje del Reino.
Y en la universidad, ¿por qué no? Siendo como es un ámbito de actuación que conecta con los orígenes de la Compañía, y habiendo recibido una invitación explicita de la Iglesia, de Benedicto XVI, a estar en lugares de frontera, ¿qué mejor frontera que la de la fe y la razón; la fe y la justicia; la fe y la verdad?
¿Y para el diálogo? ¿No es un valor en declive en la sociedad actual?
No pienso que el diálogo esté en declive, otra cosa es que no sea fácil. Nunca lo ha sido pues para que el diálogo sea fructífero tienen que darse unas condiciones; tiene que hacerse desde el respeto profundo a lo que el otro cree y piensa, pide apertura para dejarse modificar, exige rigor para no caer en el engaño, ni en la manipulación… pide también ser sensible a lo que ocurre en el mundo, a los diferentes lenguajes y modos diversos de pensar, de relacionarse, de decidir, e ir al fondo, a la raíz, para buscar juntos la verdad. Y a esto se aprende. La universidad es el mejor foro para avanzar en estos caminos de aprendizaje y de búsqueda creativa y compartida.
¿Qué importancia tiene este programa para la Universidad Loyola?
La Universidad Loyola Andalucía, como centro de la Compañía de Jesús, que aspira a ser una Universidad de excelencia tiene claro que la dimensión evangelizadora no es algo de segundo orden. Consciente de que esta dimensión afecta a la finalidad misma de la educación que imparte, a la identidad corporativa y al talante de personas que pretende formar «Los mejores para el mundo» apuesta decididamente por un programa de las características del SED.
¿Quiénes participan?
El servicio se dirige al alumnado de los dos campus el actual de ETEA en Córdoba, y a partir de septiembre el de Palmas Altas en Sevilla. Y también prevé una línea de actuación con el profesorado y el PAS que, contando con lo que ya existe y con lo que se lanza desde la Plataforma UNIJES (Sector de Educación Universitaria Jesuita de España), avance en la línea de identidad y misión.
¿Cómo se organiza el proyecto?
Estamos aún en la fase de diseño y elaboración del proyecto y de configuración del equipo, que cuenta ya una persona dedicada exclusivamente a esta tarea, y que asume la dirección del servicio. Cuenta con un grupo de profesores implicados activamente y un grupo de alumnos de diversos cursos. De cara al próximo año se espera poder ampliarlo con una mayor colaboración de la comunidad educativa. El proyecto cuenta con la ayuda insustituible de varios jesuitas y con el apoyo real de todo el equipo de gobierno.
Actividades
Este curso ya hemos desarrollado varias actividades muy interesantes, como una peregrinación a lugares significativos de la vida de San Ignacio, y que supone un primer acercamiento a su persona y espiritualidad. Esta actividad la llamamos Siguiendo los pasos de Ignacio, y nos llevó el, Pasado noviembre a Manresa, Monserrat y Barcelona. La siguiente etapa prevista es París.
Para la Navidad y la Pascua organizamos varias actividades que ayudan a la reflexión y a la toma de conciencia de lo que significa el acontecimiento que se celebra. Son experiencias de interiorización, conferencias y gestos solidarios a partir de la realidad personal y del contexto y tratando siempre de ensanchar la mirada a realidades diferentes y al posterior compromiso.
Y también hemos tenido unos Ejercicios Espirituales para profesorado y PAS, que era la primera vez que se celebraban, y que repetiremos con seguridad puesto que tuvieron una magnífica acogida.
De cara al verano hay una amplia oferta de colaboración en voluntariados y campos de trabajo en contextos de exclusión en el ámbito de España, en coordinación con otros centros jesuitas.