Si es verdad que aprecia la democracia, ¿por qué no la aplica en ella misma en la medida que no contradiga su “constitución”, que no es otra que la revelación?
(Rufo González, sacerdote).- ¿De verdad podemos sostener, sin caer en el cinismo, que la Iglesia aprecia la democracia? Mucha gente, de formación alta y baja, afirman rotundamente que no. Y te ponen ejemplos: ahí han estado durante años la dictadura franquista, la argentina, la chilena… Es verdad, te reconocen, que las bases de la Iglesia, cristianos de a pie, los sectores más vivos, incluso algún obispo aislado, han trabajado y luchado por la democracia. Pero curiosamente han sido los sectores menos influyentes y peor vistos por la jerarquía eclesiástica. Honradamente tengo que reconocer que así ha sido en general.
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