La Iglesia no comunica bien y, por otro, los medios afrontan la cuestión religiosa desde dos perspectivas contrapuestas, o de una manera muy anticlerical y con una misión catequética
Más información
(Irene Bueno, Diario de Jaén).- José Manuel Vidal es periodista desde hace más de treinta años. Además, es director de Religión Digital y corresponsal religioso del diario El Mundo. Defiende una información religiosa sin sesgos. Desde su experiencia y su profundo conocimiento de los asuntos Vaticanos, fue el primero en avanzar que el nuevo Papa sería Jorge Mario Bergoglio. Ahora presenta su obra sobre Francisco. Ofrece una conferencia hoy, a las 20:00, en el salón de la Real sociedad económica de amigos del país de Jaén.
-¿Cómo abordan los medios el asunto de la religión?
-Creo que hay muchos prejuicios. Por un lado, la Iglesia no comunica bien y, por otro, los medios afrontan la cuestión religiosa desde dos perspectivas contrapuestas,
o de una manera muy anticlerical y con una misión catequética. En este enfrentamiento creo que radica el éxito de Religión Digital, que tiene cada mes 4 millones de visitas y que quiere hacer información religiosa independiente.
-¿Los asuntos de la Iglesia como institución solo venden si hay escándalo detrás?
-Normalmente, así es. La información religiosa solo accede a las primeras planas de la prensa cuando hay algo morboso y, la mayoría de las veces, sin contrastar correctamente la noticia.
-Hablará en Jaén sobre «Francisco, el nuevo Juan XXIII» ¿Qué destacará?
-Abordaré el mes que cambió, a mi juicio, la historia de la Iglesia. Creo que ésta había tocado fondo en cuanto a credibilidad social y autoridad moral. Con un gesto espectacular y revolucionario Benedicto XVI encarrila de nuevo los pasos y favorece la
resurrección. El propio máximo dirigente con una renuncia absoluta al poder la pone en la senda de una primavera nueva. En quince días, 115 ancianos, de una manera que parecía imposible, eligen al hombre adecuado, en el momento adecuado.
-Los teólogos y creyentes de base tendrán que discernir qué proporción hay de iluminación del Espíritu y cuál de estrategia.
-La Iglesia es una institución humano-divina y divina-humana. Por lo tanto, las mediaciones humanas existen, hay luchas de poder y lobbis. Eso, llevado al extremo,
ocasionó la renuncia de Benedicto XVI y un vuelco de la situación. Pero pienso que si no hay algo especial, que los que creemos atribuimos al Espíritu Santo, es muy difícil de explicar, porque aquí las élites, el Colegio Cardenalicio, han sido las que responden
al clamor y ponen en marcha una revolución tranquila.
-¿Tenía que pasar el Papado de Benedicto XVI para valorar más la figura de Francisco?
-Creo que sí. La institución es sabia y sabe administrar muy bien los tiempos y los ciclos.