Porque no podemos ser francotiradores del consumo responsable, hay que convencer a la gente para que cambien algo el chip
(Alberto Eisman).- Dice aquel idealista adagio «sé el cambio que quieres alcanzar en el mundo», lo cual está muy bien pero parece que nos cuesta que entre en nuestra cabecita, tan bien amueblada está para otras cosas, pero con tantas rémoras cuando se trata de cambiar hábitos o de abrirse a algo desconocido.
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