los Apóstoles fueron pescadores de hombres, no cazadores de herejes
(Ramón Baltar).- Los filólogos llaman parlante al nombre cuyo significado etimológico coincide con el comportamiento o realizaciones de la persona que lo lleva. Este parece ser el caso del nombre con que bautizaron sus buenos padres al actual obispo de Córdoba, y no precisamente para gloria de la iglesia que preside y de la española.
Se da la curiosa coincidencia de que Demetrio es un nombre de origen griego relacionado con el de la diosa protectora de la agricultura y monseñor Fernández, en vez gastar sus energías en sembrar y regar la huerta que le cayó en suerte (pocas veces mejor dicho), las despilfarra buscando malas hierbas donde que no las hay para hacer con ellas quemas ejemplares. Puesto a lo castizo: su ilustrísima aún no ha podido superar el trauma agrícola, y por ahí el nombre se le tornó pregonero de sus carencias.
Por si deseara reconvertirse en pastor, sugerimos al agreste prelado que haga un pequeño ajuste en las letras del nombre que figura en la partida de bautismo y tome el de Demérito, sustantivación del adjetivo latino demeritus que valía por ‘privado de méritos’. Reanimaría así la olvidada costumbre cristiana de imponer a los hijos nombres que invitaban al abajamiento (nomina humilitatis) y seria un modo de hacerse perdonar la ligereza de haber aceptado una responsabilidad que le viene más que ancha.
Confirma esto la nota de prensa por la que desautoriza al teólogo jesuita González Faus que iba a hablar en un congreso de los Trinitarios, porque a su ver mantiene teorías que ¡¡¡confunden a la gente llana!!! Pues va a ser que a Jesús de Nazaret se le fue la olla cuando soltó este dicho: «Te doy gracias, Padre, porque has escondido estas cosas a los sabios y prudentes y se las has dado a conocer a los sencillos» (Mt 11,25).
Quiere justificar su posición en que como Sucesor de los Apóstoles en esa demarcación espiritual está obligado a velar por la pureza de la doctrina. Excusa que no cuela: los Apóstoles fueron pescadores de hombres, no cazadores de herejes.