El obispo debe ir en busca de las ovejas extraviadas y devolverlas al único redil
El arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, destacó ayer en la homilía pronunciada con motivo de la celebración de los 25 años de su ordenación episcopal, que una de las principales misiones de la Iglesia es la de sembrar esperanza. «La resurrección de Jesucristo, asimilada por la fe, es la garantía de que la esperanza no es una ilusión… Anunciar la esperanza, ser testigos de la esperanza, sembrar semillas de esperanza es un precioso servicio que unos y otros debemos prestarnos y que la Iglesia tiene como misión irradiar sobre la humanidad».
Además, Blázquez, que estuvo acompañado en la Catedral de Valladolid por una veintena de obispos, entre los que se encontraban el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez Plaza, y el arzobispo emérito de Valladolid, José Delicado Baeza, aseguró que la lección más difícil del Evangelio, la de convertirse en servidor de los demás, está ejemplarizada por el propio Jesús. «No ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar la vida por todos. La vida de Jesús es la lección para los discípulos de la primera hora y para los discípulos de todos los tiempos».
Haciendo referencia a unas palabras de Juan Pablo II pronunciadas en el cierre del Jubileo del año 2000, en las que el sumo pontífice proponía «recordar con gratitud el pasado, a vivir con intensidad el presente y abrinos con confianza el futuro», Blázquez repasó su paso por las diócesis de Santiago, Palencia y Bilbao. «Con el recorrido de las diversas estaciones vitales se hace acopio de numerosas experiencias enriquecedoras, ensanchándose el corazón a dimensiones amplias y de largo respiro. Nada se cancela ni desplaza; todo se integra en la unidad vital de pasado, presente y futuro», aseguró.
De todas formas, el arzobispo de Valladolid subrayó que «lo que emerge ante todo en mi vida, en este alto camino de los 25 años, es la gratitud a Dios porque se fió de mí y me confió el ministerio episcopal».
Al mismo tiempo, se refirió a las virtudes que debe tener un obispo, «caridad, conocimiento de la grey, solicitud por todos, misericordia para con los pobres, peregrinos e indigentes, ir en busca de las ovejas extraviadas y devolverlas al único redil». Además, destacó una intervención del entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires y hoy papa Francisco, en las que se refirió al «velar del obispo como virtud esencial de su ministerio. Para velar hay que tener además la mansedumbre, la paciencia y la constancia de la caridad probada».
Francisco, además, envió una carta de felicitación a Blázquez por sus 25 años de episcopado.
(RD/Agencias)