Soy más científico ahora que antes y siento que mi fe me da un punto de conocimiento más allá de la propia fe
(Jesús Bastante).- ¿Crees que el cielo es real? Después de veinticinco años de carrera como neurocirujano, y de haber sostenido una idea completamente distinta, el doctor Eben Alexander afirma que el cielo existe. Y no sólo eso… sino que, además, él ha estado allí. Y nos lo cuenta en «La Prueba del Cielo» (Zenith), ya en castellano, y que ha vendido millones de ejemplares en todo el mundo.
Después de su experiencia, ¿siente que la ciencia está en conflicto con la fe?
Absolutamente, no. Soy más científico ahora que antes y siento que mi fe me da un punto de conocimiento más allá de la propia fe. Deberíamos ampliar los límites de la ciencia para llegar a comprender los misterios insondables de nuestra consciencia, alma o espíritu.
¿Cómo sabe que no fue un sueño? ¿Por qué ha sido la primera persona en descubrir esa realidad?
Sé que no fue un sueño ni una alucinación porque casi todo lo que me sucedió fue entre el primer y quinto día de estar en coma, cuando mi meningitis estaba devastando mi neocórtex, impidiendo que tuviera sueños o alucinaciones.
De hecho, millones de personas han descubierto esta misma realidad. Mi caso no es más que la excepción que confirma la regla, puesto que tuve una meningitis bacteriana sumamente grave, un modelo perfecto que debería haber eliminado toda experiencia. Además, teniendo el conocimiento suficiente sobre neurociencia podía refutar a mis médicos, que se limitaban a decir que «un cerebro moribundo no puede hacer nada.»
¿Qué edad tienen las personas en el cielo? ¿Son más jóvenes, mayores o de la misma edad que cuando murieron?
Las personas aparentan la edad ideal de su alma. Los niños pueden parecer jóvenes adultos y los ancianos pueden tener apariencia de jóvenes.
¿No le entristeció volver? Si algo es tan maravilloso, ¿por qué no querer más?
No, no me dio pena volver. Después de mi viaje me di cuenta de que estamos aquí con un propósito y de que nuestras almas, a pesar de conocer la belleza de ese reino, están más interesadas en el reino físico, donde pueden llevar a cabo sus misiones. Desde mi punto de vista, la reencarnación es una necesidad absoluta, porque los viajes de nuestras almas a través de múltiples vidas avanzan hacia un mismo objetivo: ser Uno en armonía con lo Divino.
Como neurocirujano, si una persona está en terapia intensiva, sin actividad cerebral, sin respirar por su cuenta, ¿cree que ya está en el cielo?
Sí, el espíritu muchas veces abandona el cuerpo antes de que éste muera. En todas mis reuniones con doctores, enfermeras y familiares, les insto a hablar y actuar sabiendo que el espíritu del paciente es posible que esté presente y consciente, independientemente del estado de su cuerpo. El paciente está en tránsito al cielo, pero su espíritu está liberado y bien.