La autoridad civil debe hacer mucho más para resolver este problema; por nuestra parte, no dejaremos de atenderles humanitariamente
(Felipe Arizmendi).- Es una vergüenza internacional que nuestro país no brinde mayor protección y seguridad a tantos migrantes que pasan por aquí, huyendo de la pobreza y de la violencia de sus países. Muchos son ultrajados, explotados, secuestrados, extorsionados; varias mujeres son violadas; algunos son asesinados por bandas de delincuentes y narcotraficantes. A unos los obligan a sumarse a esas bandas; si no lo hacen, los matan. Sufren un verdadero calvario, que nos avergüenza y nos duele.
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