Me preocupa cómo y desde dónde estamos pensando y construyendo el presente y el futuro, los caminos que estamos proponiendo y las fuerzas con las que estamos trabajando
(AVAN).- El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, propone en su carta pastoral de hoy, domingo, «pensar y construir el presente y el futuro desde la fe» e invita a recordar cómo «los españoles en 1978 fuimos capaces de hacer juntos una Constitución que quiso superar la irracionalidad, las venganzas, la violencia y los dogmatismos».
También evoca el prelado cómo «la Iglesia supo poner todo lo que estaba de su parte» para ser «portadora de esa `humanidad nueva´ que nos da Jesucristo» y, así, «dar ejemplo hacia dentro y hacia fuera».
El titular de la archidiócesis de Valencia inicia su carta reconociendo que «me preocupa cómo y desde dónde estamos pensando y construyendo el presente y el futuro, los caminos que estamos proponiendo y las fuerzas con las que estamos trabajando», y asegura que «precisamente por esto, la Iglesia, con la luz que le ha entregado Jesucristo y de la cual es depositaria, debe iluminar este pensamiento y esta construcción». Desde esta perspectiva, el Arzobispo considera que «hay que saber discernir los fermentos de bien o de mal que se agitan en nuestro entorno, los que nacen de la verdad o de la mentira».
Más adelante, monseñor Carlos Osoro invita a recordar cómo «los españoles en 1978 fuimos capaces de hacer juntos una Constitución que quiso superar la irracionalidad, las venganzas, la violencia y los dogmatismos». Se trataba de «ponernos todos juntos a recrear sanando el pasado y recoger los grandes ideales de los diversos grupos, de dejar la guerra teórica de quien tiene la razón y entrar en razón, de edificar el presente y el futuro de tal manera que todos viviésemos, conviviésemos y colaborásemos en los proyectos de un pueblo que busca dar la dignidad a todo ser humano, con la ilusión de que todo lo podemos hacer juntos», señala en su carta.
También, la Iglesia «supo poner todo lo que estaba de su parte, para seguir haciendo realidad que quiere dar lo que recibió del Señor, ser portadora de esa `humanidad nueva´ que es la que nos regala Nuestro Señor Jesucristo y dar ejemplo hacia dentro y hacia fuera», asegura el prelado.
Monseñor Osoro precisa que en la Iglesia «tenemos experiencia real de que cuando acercamos a Cristo a nuestras vidas, las pacificamos, moderamos las tensiones, superamos las divisiones, sanamos heridas abiertas entre los hombres, buscamos estar unidos en lo esencial y convivimos con lo opinable».
Por ello, «en estos momentos de la historia, la Iglesia debe seguir animando a todos los hombres a mirar a Jesucristo, en la Cruz y la Resurrección», propone el Arzobispo, que insiste en que cuando «hay heridas en lo más profundo del ser humano que producen división», al «dejar entrar a Jesucristo a nuestras vidas, viene la reconciliación, la búsqueda de la unidad y de la paz».
De igual modo, «la Iglesia sabe muy bien que el ser humano anhela saciar todas sus necesidades, las materiales y las espirituales. Y sabe, además, que no está sustentado solamente por estructuras de producción y convivencia, sino que tiene que alimentarse de esperanzas que le den plenitud, de verdad», añade monseñor Carlos Osoro.
«Tener las manos limpias y considerar siempre a su prójimo como un hermano y no un enemigo, esto es lo que le va a hacer al hombre superar dolencias y enfermedades que destruyen y lo encaminan hacia la muerte», indica el prelado, que titula «Pensar y construir el presente y el futuro desde la fe».
Al término de su carta, el arzobispo de Valencia invita a que «desde la fe, ofrezcamos a todos el modo y la manera singular y única de cuidar al prójimo, desasiéndose cada uno de sí mismo a favor de él». Monseñor Osoro concluye asegurando que «acercar el amor y la misericordia de Dios al corazón de los hombres y a todas nuestras miserias alienta a la libertad y al perdón, y capacita para el amor y para el servicio».