El aporte mayor de la Teología de la liberación, y de aquí su futuro, estriba en creer en la creatividad de los pobres
(Jorge Costodoat sj).- ¿Fue contrario Jorge Mario Bergoglio años atrás a la Teología de la liberación? Probablemente en más de un punto. ¿Es hoy el Papa Francisco un opositor a esta teología? No da la impresión.
Consta, sí, que los simpatizantes de la Teología de la liberación están exultantes con él. Es cosa de ver las páginas electrónicas. Los sectores católicos liberacionistas se han identificado rápidamente con el nuevo Papa. El nombre de Francisco, la sencillez, los ataques contra la economía liberal, la ya famosa frase; «cuánto querría una Iglesia pobre y para los pobres…», han sido señales inequívocas de un giro que el progresismo católico interpreta como un guiño favorable.
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