Acepta tu responsabilidad, pero, al mismo tiempo, acepta con amor y gracia lo que eres, no dejes que te destruyan. Defiéndete como persona y como cristiano
(Xabier Pikaza).- Querido Carlos: No pensaba reanudar nuestra conversación de esta manera, tras diez años de silencio. Tú eras una alta autoridad del Vaticano (un «epíscopo»), y así, cuando tomé la decisión de dejar un tipo de ministerio clerical, en paz con la Iglesia oficial, pedí tu ayuda. Te interesaste, como siempre, y lograse que la dispensa llegara casi «a vuelta de correo».
Para leer el artículo completo, pinche aquí