Todo el poder está concentrado en una persona, y mientras eso no cambie, lo esencial del sistema seguirá vigente
(Jose Arregi).- Miro con asombro las esperanzas que sigue despertando entre los católicos -y tantos otros que no lo son- el papa actual, el bendito papa Francisco a quien bendecimos como él nos pidió. Ya lleva 110 días, y no soy quién para decir cuánto hay de esperanza y cuánto de expectativas ilusorias en esta euforia papal que siguen mostrando los mejores -los más sencillos, inquietos, abiertos, los buscadores de lo nuevo entre las ruinas de lo viejo- de dentro o de fuera de la Iglesia católica.
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