No he sabido ver en la encíclica un solo párrafo que pudiera ser visto como fundamento teológico de todos esos gestos de Francisco
(José I. González Faus sj, teólogo).-Lo que sigue son observaciones a vuelapluma, fruto de una primera lectura rápida de la encíclica. Quede esto muy claro de entrada por si luego aparecen cosas que, en una lectura más lenta, pueden ser matizadas. El mundo mediático tiene grandes ventajas pero a veces hay que pagar ese precio de una dictadura de lo inmediato. A pesar de las «cuatro manos» a las que el hermano Francisco se refirió humorísticamente, la encíclica me ha parecido más bien un texto casi íntegro de Ratzinger, que Francisco ha tenido la delicadeza de hacer suyo y apenas le ha añadido alguna nota, al principio y al final.
Para leer el artículo completo, pinche aquí