Suelo leer Religión Digital, a veces hago comentarios y muy a menudo leo los comentarios escritos por otros
(Orlando Gaido, sacerdote).-Un día yo mismo me definí «rara avis», que considera obvio lo que la mayoría no comprende y no entiende lo que para los demás es descontado. Pero de algo nadie puede acusarme: nunca dejé de opinar y siempre respeté la opinión de los demás.
Es más, traté de ponerme en el pellejo de cualquiera opinara de manera diferente, para encontrar una explicación a sus afirmaciones. Hasta llegué, en un libro mío, a disculpar a los mismos militares y monseñores que me condenaron al destierro. Habían actuado bien; no podían dejar de considerarme culpable de hacer trastabillar los valores del Occidente cristiano, que ellos representaban.
La vida me llevó a ser hoy el cura de una comunidad compuesta por hermanos de más de veinte nacionalidades, de tres continentes y dos idiomas, y a su vez esparcidos por un territorio que abarca todo un cantón suizo y parte de otro. Y toda la iglesia local nos mira admirada por la unidad, caridad y armonía que reina entre nosotros.
Lógicamente no todos estamos de acuerdo con todo, pero preferimos el diálogo a la disputa. Tal vez eso tenga que ver con nuestra condición de perennes extranjeros, que nos enseñó a preferir escuchar que hablar. Pero lo más probable es que lo que nos reúne como comunidad es nuestra condición de cristianos, que nos hace poner por encima de todo el respeto por el otro, que nace del amor.
¿A qué viene todo esto? A algo que me causa no sólo rechazo, sino dolor y que vengo observando desde hace mucho. Suelo leer Religión Digital, a veces hago comentarios y muy a menudo leo los comentarios escritos por otros. Muchos de ellos son muy buenos, esclarecedores, atinados e interesantes. Pero difícilmente hay algún artículo que no traiga algún comentario desaforado.
Por eso le escribí hace unos días un mensaje a José Manuel Vidal, en el que le decía :
Me llama mucho la atención ver la tirria, la mala educación, la intolerancia, la violencia, la agresividad cercana al insulto, que muchos, demasiados, vuelcan en sus comentarios o en sus respuestas a comentarios de otros ¿Qué les pasa a los lectores de tu sitio? ¿No son cristianos?
Ahora mismo, acabo de leer el comentario de un cierto Kant, relativo a un artículo sobre la afrenta a Evo Morales, que dice: tratar a un payaso cocalero como un payaso cocalero no es una injusticia, es una tautología ¡Muy cristiano! Y no es de los peores, a pesar de que está rayano al insulto, lo cito sólo porque es el que tengo a mano.
Jesús, que no vino a condenar a nadie, sino más bien a buscar a los condenados, sin embargo dice, así al menos leemos en el Evangelio, que el que trate de bobo a su hermano es reo.
Esta «rara avis» suele decirles a los españoles de su comunidad: mirad que decir español, para la mayoría es igual que decir católico. Por eso fijaos como os comportáis ¿Es que no entendí qué significa hablar como un buen católico? De la boca sale lo que el corazón rebalsa.
Y si me publican esto, espero ver los comentarios que harán. No hace mucho alguien respondió a un comentario mío: vete a dormir la mona. Veremos ahora. Que el Señor nos bendiga.