Son el mejor testimonio de la verdad de un encuentro que, como a los discípulos de Emaús, nos hace «arder el corazón» de alegría, a pesar de todo
Más información
(Paulinas).- Ofrecemos una serie de testimonios de personas, en apariencia normales, pero que llevan dentro de sí algo muy especial. Personas, por lo tanto, excepcionales, que han sufrido enfermedades o sufrimientos de todo tipo, pero que nos invitan a descubrir las pequeñas cosas de cada día, tantas veces ocultas en nuestra propia vida, y que nos pueden proporcionar espacios de serenidad, ocasiones para el gozo, pleno sentido a la vida e ilusión por vivirla.
Son el mejor testimonio de la verdad de un encuentro que, como a los discípulos de Emaús, nos hace «arder el corazón» de alegría, a pesar de todo.
Para saber más, pincha aquí: