En Brasil es legal abortar sólo en los casos de violación, cuando el embarazo pone en riesgo la vida de la madre o cuando el feto carece de cerebro
La Iglesia católica brasileña criticó hoy la aprobación de una nueva ley que obliga la distribución de píldoras anticonceptivas a las víctimas de una violación por entender que «facilita el aborto».
La ley, aprobada de forma unánime en el Congreso, fue sancionada este jueves por la presidenta, Dilma Rousseff, que no vetó ningún artículo como le demandaban las iglesias católica y evangélica.
El Episcopado afirmó que la ley se aprobó de forma «rápida» y sin el «necesario debate parlamentario y público», lo que ha generado «imprecisiones» en el texto que abren un camino al aborto.
Precisamente, la Iglesia Católica demandaba el veto del artículo que obliga a los centros públicos de salud a suministrar la píldora anticonceptiva o del día después a las mujeres violadas y otro que impone que se informe a las víctimas de su derecho a abortar, protegido por ley.
Además la Iglesia quería anular otro artículo en el que se define como violencia sexual «cualquier forma de actividad sexual no consentida».
«Dependiendo del modo como sea interpretada, entre otras cosas, puede interferir en el derecho constitucional de objeción de conciencia, inclusive en el respeto incondicional a la vida humana individual ya existente y en desarrollo en el útero materno, facilitando la práctica del aborto», afirma un comunicado del Episcopado.
En Brasil es legal abortar sólo en los casos de violación, cuando el embarazo pone en riesgo la vida de la madre o cuando el feto carece de cerebro.
Tras la sanción de Rousseff, la secretaría de Políticas para las Mujeres, Eleonora Menicucci, dijo que la nueva ley significa «respeto para las mujeres que sufren violencia sexual».
(RD/Agencias)