Por otras personas, no por él, te enteras de que es Doctor en Químicas por la universidad de Oxford, que habla inglés, francés y tailandés y que ha sido el artífice de varias escuelas y orfanatos por toda Tailandia
(Raúl Larios, Tailandia).- Es la humildad personificada, la verdad. Tú le ves como un «abuelete despistao» (gafas melladas, pantalones rotos, paraguas sin mango, en chanclas…), pero está a todo: de profesor, cavando en la obra, mediando con las autoridades y los militares, buscando financiación y voluntarios…
Y luego resulta que, al margen del cole, aprovecha para visitar e interesarse por la gente (le hemos acompañado nosotros): dar algo de dinero a una familia que se ha quedado sin choza por las inundaciones, hablar con el padre borracho de una niña para que la deje ir a la escuela, hacerse cargo de otra niña que es explotada en casa, pagar la operación de otra niña enferma…
Por otras personas, no por él, te enteras de que es Doctor en Químicas por la universidad de Oxford, que habla inglés, francés y tailandés y que ha sido el artífice de varias escuelas y orfanatos por toda Tailandia. Es admirado y respetado aquí, con razón.
Como decía otro voluntario que comió con él en uno de sus esporádicos viajes a España: «…le observaba mientras se alejaba entre la multitud, y me preguntaba qué pensarían todos los que se cruzaban con él mirándole por su aspecto de «mendigo», si supieran TODOS los proyectos de los que es único responsable en la otra parte del mundo«
Un GRANDE, con mayúsculas, que sigue a lo suyo y que es feliz con 4 cosas. Chapeau!