Cuando el arzobispo católico tuvo noticia de su detención se presentó de inmediato para acompañarle
(JC Rodríguez)- «De aquí no me voy hasta que este hombre sea puesto en libertad». Con esta contundencia se expresó el arzobispo de Bangui, monseñor Dieudonné Nzapalainga, ante los militares que custodiaban al pastor Nicolas Guerekoyame, presidente de la presidente de la asociación de iglesias evangélicas en la República Centroafricana. El reverendo había sido detenido por la tarde del 6 de agosto y había sido trasladado a una sede de los servicios de seguridad del Estado, acusado de estar implicado en actividades subversivas. Cuando el arzobispo católico tuvo noticia de su detención se presentó de inmediato para acompañarle.
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