El uso de armas químicas es un crimen contra la humanidad, del que deben rendir cuentas sus responsables; pero, ahora, un ataque militar de las fuerzas internacionales expone a miles de personas a más peligros
(Cáritas/Agencias).- Cáritas Española se suma al llamamiento lanzado por Caritas Internationalis a la comunidad mundial para que dedique todos sus esfuerzos diplomáticos a intentar resolver el conflicto que desangra Siria a través del diálogo y no de la intervención militar.
Para la red Caritas, este conflicto armado sólo podrá terminar si se llevan a cabo «negociaciones de paz inclusivas«, en el marco de un amplio diálogo en el que participen todos los actores de la sociedad siria con el apoyo de la comunidad internacional.
Como denuncia Cáritas Internationalis, el presunto empleo de armas químicas en Damasco ha agudizado todavía más la catástrofe humana que sufre la población –más de 100.000 muertos y dos millones de refugiados– y ha puesto de manifiesto que la obligación de los líderes mundiales tiene que ser encontrar un fin al sufrimiento del pueblo sirio.
«El empleo de armas químicas es un crimen horrible», denuncia Caritas Internationalis en una nota de prensa en la que condena todos los ataques contra civiles y en la que explica que la población no necesita más derramamiento de sangre, sino un rápido fin de la guerra. Para Michel Roy, secretario general de Cáritas Internationalis, la intervención de las potencias extranjeras en la zona podría extender la guerra y aumentar el sufrimiento. «La última década es testigo de las trágicas consecuencias de la intervención militar en Libia, Afganistán o Iraq«, ha señalado.
En los mismos términos se ha expresado Jorge Nuño, secretario general de Cáritas Europa, que se muestra convencido de que, ahora más que nunca, «es necesario respetar los principios humanitarios de paz, imparcialidad, neutralidad e independencia» para poder ayudar a todas aquellas personas que son víctimas de esta guerra, estén dentro o fuera de Siria. «El uso de armas químicas es un crimen contra la humanidad, del que deben rendir cuentas sus responsables; pero, ahora, un ataque militar de las fuerzas internacionales expone a miles de personas a más peligros», ha añadido.
En ese sentido, Cáritas Europa cree que la única solución humanitaria posible es el diálogo y que la prioridad debe ser revitalizar las conversaciones de paz de Ginebra -planeadas el pasado mes de mayo, y ahora aplazadas- como un primer paso hacia el alto el fuego. «Oramos para que la paz y la justicia reinen de nuevo y para que se encuentre una solución política en la Conferencia de Ginebra», concluye Jorge Nuño.
Toda la red Internacional de Cáritas está trabajando dentro de Siria y en los países para responder a la crisis humanitaria causada por el conflicto. Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), esta guerra ha causado más desplazados y refugiados que ningún otro conflicto en el mundo. Desde el inicio del conflicto, un total de seis millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares, de las cuales 4,25 millones son desplazados internos dentro de Siria y otros dos millones refugiados en Estados vecinos; de estos últimos, la mitad son niños.
Durante los dos últimos años, Cáritas Española ha venido respondiendo a las sucesivas llamadas de emergencia de Cáritas Líbano para atender a los 600.000 sirios que han buscado refugio en su territorio y que han sido registradas oficialmente.
La última aportación de Cáritas Española a la Cáritas Libanesa ha sido la aprobación de un fondo de 376.064 euros para ayuda de emergencia a los refugiados sirios y a las familias de acogida libanesas especialmente vulnerables, que cuenta con la cofinanciación de la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo (AECID).
Por otro lado, el Movimiento de los Focolares se une a la semana de oración y al ayuno por la paz en Siria propuesto por el Papa. Maria Voce expresa desde Amán -ciudad en la que se encuentra desde el pasado 29 de agosto- el sentir de todos los miembros de los Focolares: «Dos palabras se imponen en estas horas extremadamente dramáticas y peligrosas: empeño total en el responder al Papa Francisco con la oración y el ayuno, y agradecimiento por haber dado voz a los corazones de millones de hombres de todos los credos y de pueblos de todas las latitudes»
El Papa Francisco afirma en su sentido llamamiento del pasado 1 de septiembre, que «no es la cultura del enfrentamiento, la cultura del conflicto la que construye la convivencia en los pueblos y entre los pueblos, sino la cultura del encuentro, la cultura del diálogo: éste es el único camino hacia la paz»
Impresiona escuchar el eco que llega de las familias y de los jóvenes de las comunidades de los Focolares de Alepo: «No obstante todo, seguimos construyendo puentes de amor y unidad con los demás (…), sembramos la esperanza en la humanidad sufriente de nuestro alrededor, llenamos los corazones tristes con la presencia de Dios, hacemos de todo para llevar el amor a los demás. (…) Y rezamos por la paz, tan amenazada en el mundo y en Oriente Medio, sobre todo en Siria, Egipto, Líbano e Irak; y para que triunfe el amor de Dios en el mundo».
Junto a todos los hombres de buena voluntad, las personas que adhieren al Movimiento de los Focolares, intensifican sus empeños personales para difundir y multiplicar «gestos de paz», empezando cada uno en su propio ambiente, como anima a hacer el Santo Padre. Además, los miembros de los Focolares tienen una cita cada día: a las 12 del mediodía y en los 194 países en los que existe el movimiento, unos momentos de oración por la paz. Es el Time Out. El objetivo de este momento lo explica Maria Voce: «Para ponernos ante Dios y a su servicio, para que nos pueda usar como instrumentos de paz en todos nuestros países».
Los miembros de los Focolares participarán de la Jornada convocada por el Papa para el próximo 7 de septiembre por la paz en Siria, en Oriente Medio y en el mundo entero. Se unirán a las más variadas formas de oración en las parroquias, en las comunidades, en las calles y en las casas, en centenares de ciudades del mundo.