Haríamos nuestra vida más fácil y menos problemática con una generosa atención a lo sencillo
(Josep Alegre, Abad de Poblet).- Querida María del Mar:Estos días mirando o guardando, o rompiendo papeles, me he encontrado tu carta respuesta a una mía:
¡No se puede imaginar la alegría que tuve al recibir esa carta tan personal que me ha dedicado! No me merezco tantos elogios, pero el día que la recibí estaba malísima con la quimio. Hasta le había dicho al Señor que ya no le contemplaba más a él, que él me contemplara a mí y se diera cuenta si «hay dolor semejante a mi dolor» (Lam 1,12) ¡Qué atrevimiento! Me consoló con su carta y esa forma de presencia tan tierna en mi vida. Me ayudó a no darle importancia al sufrimiento y valorar a las personas que en nombre de Dios se me hacen presentes con su cariño… A veces en lo más sencillo encontramos alivio.
Para leer el artículo completo, pinche aquí