Los fariseos y poderosos de turno “expían de lejos” a Jesús, se cierran a su evangelio. Pero entienden la buena nueva los sencillos, los de ojos y corazón limpios
(Jesús Espeja).- Dicen que justicia es dar a cada uno lo suyo. Pero ¿ que es «lo suyo» de cada uno? Según un criterio generalizado en nuestra sociedad, «lo suyo» del que ha prestado dinero es que cobre los intereses del préstamo que ha hecho; y «lo suyo» de la pareja joven que firmó la hipoteca es que deje el piso cuyos intereses no puede seguir pagando. Es legal que, incluso mediante la fuerza de la policía, los banqueros saquen del piso a los inquilinos que, al perder su empleo, no pueden pagar. Pero ¿es justo?
2.»Si uno tiene cien ovejas y se le pierde una ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va por la descarriada hasta que la encuentra? Y al llegar a casa reúne a los amigos y vecinos para decirles ¡felicidad! He encontrado a la oveja que se me había perdido?» La conducta del pastor es un poco extraña: ¿cómo deja a las noventa y nueve por buscar a la extraviada? Cabría una explicación inverosímil: la oveja perdida era tan fenomenal que valía más que todo el rebaño. Pero el relato evangélico no da esa justificación.
Para leer el artículo completo, pincha aquí: