Me gusta también que ofrezca una puerta abierta a las mujeres, subrayando los histerismos feministas de algunas teologías
(Carmen Bellver).- Vuelve a sorprender Francisco con sus declaraciones: «Pastores con piel de oveja», «Obispos de aeropuerto». Acogida a divorciados y homosexuales. Misericordia por un lado y tentetieso a la religión acomodada en la poltrona. Mucha mano dura también para los religiosos a quienes llama a la periferia, allí donde hay que estar con los más débiles. Teología de la calle, del barro, de las manos agrietadas en la obra. Nada de florituras retóricas ni discursos densos de altura intelectual. No, Francisco es un pastor y va en la línea de pastorear la Iglesia. Ojalá le dejen y lo consiga.
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