"Están todos pegados unos con otros. Cada uno tiene no más de 30 centímetros de espacio. Hay pilas de hombres y mujeres en la bodega del pesquero", relató uno de los buzos
El limosnero del Papa, monseñor Konrad Krajewski, se encuentra desde esta mañana en la isla de Lampedusa, enviado especialmente por Francisco para «proporcionar las exigencias más inmediatas» a los supervivientes del naufragio acaecido el pasado jueves y que hasta la fecha se ha cobrado 211 víctimas mortales.
Según relata en su Twitter el diario vaticano, L’Osservatore Romano, Krajesci lleva «una ayuda a cada uno de los sobrevivientes para proporcionar las exigencias más inmediatas». El religioso ya ha visitado la morgue y el campo de refugiados, y también el muelle de Lampedusa. «Cada buzo que se sumerge lleva consigo un rosario bendecido por Francisco«, reza la publicación.
Los testimonios de los 155 supervivientes, que aún esperan a ser trasladados a Roma, indican que en el barco, que partió del norte de África en dirección a las costas europeas y que naufragó a media milla de Lampedusa, viajaban 518 personas, por lo que en el agua puede haber más de 150 cadáveres todavía.
«Están todos pegados unos con otros. Cada uno tiene no más de 30 centímetros de espacio. Hay pilas de hombres y mujeres en la bodega del pesquero», relató uno de los buzos que trabaja en las tareas de rescate, en unas declaraciones que recogen los medios de comunicación italianos.
«Una buena parte están amontonados en la bodega. Están bloqueados allí dentro y los tenemos que sacar uno a uno. Pero muchos otros están aún en torno al barco y quién sabe cuántos otros encontraremos cuando ampliemos el perímetro de la zona de rastreo», añadió.
Los buzos se han convertido en protagonistas tras el naufragio, pues la tragedia hizo que la mayor parte de los tres centenares de víctimas que se cree que deja la tragedia haya permanecido atrapada en el casco del barco, que yace en el fondo marino a unos cincuenta metros de profundidad. «El aspecto fundamental es el gran respeto que los buzos muestran, el pudor al abrazar los cadáveres e intentar no desfigurarlos. Hay una gran conmoción», dijo Marini.
(Rd/Agencias)