Por la dignidad que tiene toda persona, las puertas de la Iglesia y de todas las instituciones tendrían que estar siempre abiertas
(AVAN).- El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, ha animado hoy, durante el solemne Te Deum que ha presidido en la Catedral de Valencia, con motivo del Día de la Comunitat Valenciana, que se celebra hoy 9 de octubre, a «seguir construyendo el presente y el futuro, olvidando rivalidades y discordias, enfrentamientos y amenazas».
También ha llamado a «ser capaces de unir nuestras fuerzas y hacer posible siempre el bien para todos, el reconocimiento de nuestros derechos universales para la vida y dignidad de todas las personas, especialmente, para aquellas que experimentan con más fuerza la pobreza«.
Para todo ello, «pido e invito a toda la sociedad valenciana a crear entre nosotros lazos de hermandad y armonía, de diálogo y encuentro, de justicia y de paz», ha indicado monseñor Osoro.
Durante el Te Deum, en el que han participado las más altas autoridades de la Comunitat Valenciana, encabezadas por el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y de la ciudad de Valencia, con la alcaldesa Rita Barberá, al frente, monseñor Osoro, expresándose en valenciano, ha subrayado que en esta fiesta «en la que miramos con orgullo en toda la Comunidad Valenciana a nuestra historia», la Real Senyera ha hecho su solemne entrada en la Catedral «como un signo de que la reconquista del Rey Don Jaime significaba el retorno a la cristiandad de estas tierras valencianas».
El prelado ha recordado que, precisamente, «la consagración de esta Catedral fue uno de los actos más significativos de aquella cita histórica» y, por ello, la Catedral de Valencia «celebra hoy el aniversario de su dedicación y consagración».
«Yo quisiera, como Arzobispo de esta histórica archidiócesis de Valencia, abrir de la misma manera las puertas de esta Catedral y de toda la Iglesia valenciana para que puedan hacer su entrada solemne todos los valencianos y valencianas y todos aquellos que, aunque no son de aquí, viven en estas tierras«, ha subrayado el prelado. «Por la dignidad que tiene toda persona, las puertas de la Iglesia y de todas las instituciones tendrían que estar siempre abiertas, como signo de acogida y con la mirada llena de esperanza y amor», ha añadido.
