El cardenal Ottaviani, entonces prefecto del Santo Oficio, llegó a sopesar la deposición de Juan XXIII por herejía
(Celso Alcaina).- La «Intendencia» es imprescindible. El papa, «obispo de Roma», se refería a la Curia romana. Cree ver en ella algunos «cortesanos». Han de ser expulsados. En un ejército, por ejemplo, la Intendencia proporciona y organiza todo lo necesario para su funcionamiento. Alojamiento, comida, ropas, equipos, armas.
Sin la Intendencia, el ejército nada valdría. Practicamente, no existiría. Ni siquiera se llegaría a la batalla. Mucho menos a la victoria. Con una Intendencia corrupta o ineficaz, sería muy difícil ganar batallas. Lo más probable, la derrota.
La Iglesia institución, a través de los siglos, fue configurándose como un organismo de poder. A imitación de los Estados soberanos se constituyó en Estado soberano. Lo fue desde el siglo XI. Gregorio VII, además de proclamar su «Dictatus Papae», creó la «militia Sancti Petri» o ejército pontificio. Pero la institución se perfeccionó en el siglo XVI.
Para leer el artículo completo, pincha aquí: