La Iglesia sin el pueblo de Dios, sin el protagonismo de los laicos es menos Iglesia
(José Alegre, Abad de Poblet).- Juan Pablo II en su exhortación apostólica «Christifideles laici, los fieles laicos’, hacía una llamada al compromiso cristiano, escribía:
«La llamada no se dirige solo a los pastores, a los sacerdotes, a los religiosos, sino que se extiende a todos: también los fieles laicos son llamados personalmente por el Señor, de quien reciben una misión a favor de la Iglesia y del mundo. Lo recuerda san Gregorio Magno, quien comenta de este modo la parábola de los obreros de la viña: Fijaos en vuestro modo de vivir, queridísimos hermanos, y comprobad si ya sois obreros del Señor. Examine cada uno lo que hace y considere si trabaja en la viña del Señor.(nº 2)
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