Hay muchas actividades que hay que mantener, fomentar y diversificar para hacerlas crecer
(Jesús Bastante).- Guillermo Caamaño es promotor de «Ars Religiosa«, un conglomerado de empresas y entidades relacionadas con el arte religioso o lo religioso en general, que está comenzando su andadura. Caamaño explica que «la pertenencia a la asociación no siempre tiene que ver con la actividad que desarrollan las empresas, sino con cómo la desarrollan».
Por ello, Ars Religiosa aglutina empresas de sectores tan dispares como el artesanal, el editorial o el audiovisual, y, en opinión de Caamaño, representa «la marca España»: «Si hay un país que puede salir al exterior a ofrecer su arte religioso, sin ninguna duda ése es España«, asegura.
Economista de profesión, Caamaño concluye diciendo que, desde las empresas, «en los tiempos que corren se ha dejado de dar tanta importancia a lo estrictamente material para fijarse en cuestiones que son realmente las fundamentales».
¿Qué es concretamente «Ars Religiosa»?
Es una asociación española de empresas de arte religioso, pero arte religioso en sentido amplio. Normalmente tendemos a identificar el arte religioso con una actividad manual, artesanal. Y de lo que tratamos desde Ars Religiosa es de aglutinar a todas esas empresas que tienen un denominador común, una temática o unos valores religiosos.
¿Cómo surgió esta idea? ¿Qué os llevó a pensar que era necesario un proyecto así?
Bueno, es algo que se ha ido gestando a lo largo de bastante tiempo. Mi origen profesional es la gestión de empresas, de compañías multinacionales, en los últimos años he sido consultor de empresas o asesor financiero, y soy economista de formación. Cuando todo esto confluyó con mis motivaciones personales espirituales, pensé en la importancia del sector religioso (no sólo desde el punto de vista económico, sino también cultural) y en la influencia que tiene en países como España. Entonces, sentí la necesidad de que ese tipo de empresas estuvieran representadas, y entré en Internet a ver si ya existía alguna plataforma que las aglutinara. Me di cuenta de que no existía nada parecido, así que empecé a hacer contactos informales, y vi que la iniciativa era muy bien recibida.
Pensé que en algún sitio tenía que haber una especie de censo de empresas de arte religioso, pero no lo había. Así que ése fue mi primer esfuerzo para promover la asociación: formar la base de datos.
Identifiqué en un primer momento unas 200 empresas, contacté con ellas, y vi que sus respuestas eran muy positivas, que también ellas sentían la necesidad de tener una representación a nivel más global.
¿Se podría decir que es una especie de patronal de lo religioso?
No es una patronal porque eso significa que representa determinados intereses, y no es el caso. Es una asociación de empresas y organizaciones donde tienen cabida también otras agrupaciones de empresas que quieren estar representadas dentro de este ámbito. Creo que es importante, a la hora de interactuar con la Iglesia y con las administraciones públicas (a nivel estatal, autonómico o local), que exista una voz común para las empresas que comparten valores.
¿Qué ofrece Ars Religiosa a las empresas que forman parte de ella?
Nuestra misión es dotar de una voz común a todas las empresas y organizaciones que están en este sector. La verdad es que, a medida que voy hablando con más empresas e interlocutores, son ellos mismos los que me van dando más ideas a cerca de por qué tiene tanto sentido tener una asociación de este tipo.
Desde el punto de vista económico, la última vez que se editó en España un libro sobre el arte religioso español, creo que fue en los años 30 o 40. Es decir, que no hay una cuantificación de la importancia del sector, ni siquiera desde el punto de vista de la creación o el mantenimiento de empleo. A partir de ahí, son muchos los objetivos y las acciones que se pueden cubrir. Por ejemplo, ahora que se habla tanto de la «marca España», hay que tener presente que, si hay un país que puede salir al exterior a ofrecer su arte religioso, sin ninguna duda ése es España.
Luego, para cuestiones más prosaicas como temas de impuestos o de la piratería que afecta al sector, y también desde el punto de vista de programas de empleo y formación… hay mucho por hacer. Hay muchas actividades que hay que mantener, fomentar y diversificar para hacerlas crecer. Estamos hablando de un sector que es también una industria, pero hay que hacerlo crecer. Ars Religiosa se presenta como una asociación de empresas con esa motivación común.
¿Qué tipo de empresas se han unido a vosotros?
Desde empresas de arte religioso artesano (orfebres, vidriería artística, ebanistería, pintura, escultura), hasta otras menos tradicionales como las del sector textil, el editorial o el audiovisual. Luego, el abanico de posibilidades se amplía con empresas que no sólo se dedican a lo religioso, pero que sí manifiestan valores religiosos, y los hacen compatibles con otros ámbitos en los que subsisten como empresa. Por tanto, su pertenencia a la asociación no siempre tiene que ver con la actividad que desarrollan las empresas, sino con cómo la desarrollan.
¿Cuál es vuestra página web?
www.arsreligiosa.com, donde tenemos una breve presentación a cerca de cuáles son los objetivos de la asociación. Tenemos también un Código Ético para que sea conocido por todos los que se acercan a la asociación, y por supuesto también un formulario de contacto para las empresas que quieran saber más sobre la asociación o formar parte de ella, para proveedores que deseen contactar con las empresas del sector, o particulares que estén interesados o tengan cualquier tipo de consulta.
En este período de cruda crisis el sector religioso no ha sufrido grandes cierres o despidos. ¿Es un síntoma de buena salud, de que es un sector que se mantiene estable? ¿Lo religioso vende?
Desde el punto de vista económico, seguro. No sólo en España: a nivel internacional es un sector de mucha importancia, un mercado muy grande, con Estados Unidos a la cabeza. Y es verdad que puede ser que, en los tiempos que corren, se haya dejado de dar tanta importancia a lo estrictamente material, para fijarse en cuestiones que son realmente las fundamentales. También desde el punto de vista de la empresa.
Si hace unos años tuvimos una explosión de corrientes de pensamiento en cuanto a la importancia de reducir el tamaño de la empresa, de especializarse, de ir a un lado o a otro… en los últimos años está teniendo cada vez más importancia la empresa trascendental o la empresa con valores. Eso es algo que se va transmitiendo a toda la sociedad, que va buscando los valores sólidos que aporta la religión.
¿La asociación se reduce a empresas católicas, o está abierta también a empresas vinculadas a otras confesiones?
Evidentemente, siendo una asociación española, nuestro mayor peso son las empresas católicas; pero sin lugar a dudas la asociación está absolutamente abierta a cualquier colaboración con empresas de las demás confesiones, siempre y cuando su Código Ético vaya en la línea del de la asociación.
Ante una asociación religiosa siempre existe la duda de quién está detrás, qué es realmente lo que busca y si hay algo escondido, así que por eso pensamos desde un principio que era importante dar publicidad a nuestros propios principios y valores, y al Código Ético que rige la asociación.
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