Nos hacen falta resoluciones de conflictos con el bálsamo de la caridad. Enseñar a respetarnos, para que nos respeten
(Carmen Bellver).- Lo cierto es que tras décadas de promoción de la mujer y tras su incorporación al mundo laboral, no hemos conseguido erradicar la violencia doméstica. Más aún, se incrementa la violencia hacia las más jóvenes que suelen acceder a las relaciones sexuales a la temprana edad de trece años. Parejas celosas, controladoras, dominadoras, conflictivas. Un mapa desolador en el que se constata que la educación en la igualdad no evita los conflictos.
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