El Papa consigue, con su cercanía, suprimir inmediatamente cualquier tipo de "barrera" y hacerte sentir a gusto y en casa
(Jesús Bastante).-Del 27 al 29 de noviembre se desarrolló en Roma la Asamblea de la Unión de Superiores Generales (USG). Al término de dicha reunión, fueron recibidos por Francisco, quien anunció que 2015 será declarado Año de la Vida Religiosa. Entrevistamos al H. Emili Turú, quien en esta ocasión actuó como «facilitador» de la Asamblea. Los hermanos maristas se unen desde este mes de diciembre al proyecto de Religión Digital.
¿Puede explicarnos el tema de la 82 Asamblea de la USG?
En continuidad con la anterior Asamblea (mayo 2013), que tuvo como tema «El liderazgo en la Vida Religiosa 50 años después del Vaticano II», también ésta se quiso dedicar al mismo tema, pero tratando de profundizar su contenido y las consecuencias concretas para nuestro servicio en las distintas Congregaciones. En este caso, además, nos dejamos interpelar por el claro liderazgo del Papa Francisco, que a todos nos ha inspirado mucho.
Toda la Asamblea se desarrolló con una dinámica muy participativa y grupal, y al final elaboramos juntos una serie de «puntos-fuerza» que reconocemos en el liderazgo del Papa y que los queremos incorporar también en nuestras vidas.
¿Puede señalarnos algunos de estos «puntos-fuerza»?
Al final de nuestra Asamblea resumimos nuestra reflexión en un par de páginas que se van a publicar en los próximos días. Pero puedo adelantar las grandes líneas.
Sentimos una llamada a la conversión en nuestro servicio de la autoridad, en tres aspectos:
– Conversión de las actitudes personales: un servicio centrado en lo esencial; un servicio cuya autoridad le viene de la autenticidad; un servicio que se expresa con profunda humanidad.
– Conversión de las relaciones: un servicio que sabe expresarse de manera sencilla y directa; un servicio que es un caminar con los hermanos; un servicio que busca la voluntad de Dios juntamente con los hermanos.
– Conversión de las prospectivas y el estilo de la misión: un servicio profético; un servicio que tiene la valentía de «salir y hacer salir»; un servicio que expresa y difunde la cultura del encuentro; un servicio alegre, portador de esperanza.
Estos son los grandes temas, algo así como «el perfil» de lo que deseamos para nosotros, inspirados por el Papa. Como dije, cada uno de los puntos se desarrolla un poco más en el documento elaborado.
La gran novedad de esta Asamblea ha sido el encuentro con el Papa el último día. ¿Qué puede decirnos de ese momento?
Flotaba en el ambiente de la Asamblea una gran expectación por tener la gracia de vivir ese momento histórico. A mí me parece que el solo hecho del encuentro, más allá de lo que el Papa dijo, ya deja algunos mensajes importantes: no quiso reducir ese espacio a una normal audiencia, sino que nos dio toda la mañana, y luego no quiso discursos preparados, sino que prefirió un diálogo abierto, fraternal, muy cercano.
Mientras lo escuchaba, me imaginaba una conversación al lado del fuego, sin prisas, hablando de cosas que nos importan. El Papa consigue, con su cercanía, suprimir inmediatamente cualquier tipo de «barrera» y hacerte sentir a gusto y en casa.
¿Qué destacaría del mensaje que les dejó el Papa?
En breve se publicará la transcripción de lo esencial de esas horas de diálogo sobre muy diversos temas que afectan a la Vida Religiosa. Me permito sólo subrayar algunos elementos que ya han sido destacados en la nota de prensa publicada poco después del encuentro.
En primer lugar, el reconocimiento de la Vida Religiosa como una invitación a vivir el evangelio de manera «especial». Evitó usar la palabra «radical», porque todos los cristianos estamos llamados a la radicalidad. «Especial», en el sentido de que abrazamos una manera de vivir y encarnar el evangelio diferente a la mayoría del Pueblo de Dios. Pero, en cualquier caso, debiera ser como «un grito que despierte», algo así como un «signo de alarma» que invita a ir a lo esencial.
Otro aspecto que quiero destacar es la llamada a ir las fronteras, muy en la línea de lo que ha venido diciendo en tantas ocasiones, y más recientemente en Evangelii Gaudium. Nos invitó a no excluir ninguna frontera, y a actuar en ellas sin miedo, siempre de acuerdo al carisma y a la misión de cada familia religiosa.
¿Algún otro aspecto que quisiera destacar?
Sentí un gran aprecio e interés del Papa por la vocación de los religiosos hermanos, y tengo la impresión que él nos ayudará a hacerla conocer y apreciar más en el conjunto de la Iglesia.
También valoré mucho su ánimo a quienes trabajamos con los jóvenes en la educación, una «frontera» muy actual.
Algo que nos pilló de sorpresa a todos fue el anuncio de que el año 2015 será dedicado a la Vida Consagrada. Evidentemente, ¡fue una muy agradable sorpresa!