Recuerda que no hay lugar para los inmigrantes "ni en Belén ni en Lampedusa"
El padre Ángel, presidente de Mensajeros de la Paz, ha recibido hoy un nuevo reconocimiento a su labor social con el Premio Fundación Cofares, galardón que se le ha entregado en un concierto benéfico celebrado en el Teatro Real bajo presidencia de la Reina.
Doña Sofía ha estado acompañada de la ministra de Sanidad y Asuntos Sociales, Ana Mato, y de la alcaldesa de Madrid, Ana Botella.
El presidente de Cofares, Garlos González Bosch, ha explicado que la distinción pretende destacar la labor humanitaria con los más desfavorecidos llevada a cabo por la asociación fundada por el padre Ángel, y ha asegurado que no existe «objetivo más estimulante que luchar por los que no tienen nada», como hace Mensajeros de la Paz.
«Su vida es un ejemplo de sacrificio y entrega a los demás», ha añadido respecto al premiado, para destacar la presencia de su asociación en más de 50 países, siempre atenta a cuantas necesidades surgen en cualquier lugar del mundo.
Tras recoger el premio, el padre Ángel ha dicho que no solamente lo veía dirigido a la entidad que preside, sino a los «miles y miles de voluntarios, cooperantes, voluntarios y ONG’s» que se esfuerzan por ayudar a quienes más lo necesitan.
El galardonado ha subrayado la creciente implicación de las empresas en actividades de responsabilidad social y ha dicho, recordando la proximidad de las fechas navideñas, que la solidaridad «no es dar lo que te sobra, es dar algo de lo que tienes».
Ante doña Sofía, que escuchaba sus palabras desde el palco de honor, a cuya llegada fue recibida con una ovación por los asistentes, el padre Ángel alabó el compromiso de la Reina con los que sufren en todas partes del mundo y le dio las gracias por ello.
A su juicio, doña Sofía «es la madre de los desfavorecidos, de los niños, de las mujeres y hombres más castigados por las guerras y las catástrofes», en España y en el resto del mundo, y ha recordado que además de verla sonreír en sus viajes de cooperación también se le ha visto «llorar» con víctimas de catástrofes y enfermos.
La Fundación Cofares es una organización privada sin ánimo de lucro orientada a promover la formación profesional y empresarial de los farmacéuticos, pero también a implicarlos en obras sociales.
En este ámbito, la entidad financia iniciativas benéfico-sociales consistentes en el envío de ayuda humanitaria, la organización de actos solidarios, la donación de medicamentos y la recogida de fondos para proyectos de cooperación, siempre en colaboración con organizaciones asentadas en los países en los que actúa.
El Premio Fundación Cofares constituye una de sus actividades anuales, pensado para reconocer la labor social a favor de pacientes y comunidades necesitadas de atención sanitaria o social, tanto por parte de personas como de organizaciones.
La entrega de la distinción ha tenido lugar antes de un concierto benéfico organizado por la fundación en el Teatro Real, cuya recaudación destinará a Cáritas y a la Fundación Reina Sofía.
El programa, a cargo de la Orquesta Clásica Santa Cecilia dirigida por el maestro János Kóvacs, incluye la interpretación de la obertura de la ópera Tanhausser de Wagner, del concierto para violín y orquesta opus 35 de Tchaikosvsky y de la suite Sheherezade, de Rimski-Kórsakov.
La violinista japonesa Sayaka Shoji actuará como solista principal en el concierto de Tchaikovsky; es habitual la presencia de esta prestigiosa artista en grandes orquestas internacionales como la Orquesta Filarmónica de Berlín o la Sinfónica de Londres. (RD/Agencias)
Texto íntegro del discuro del Padre Ángel
Gracias, gracias, gracias
Gracias de corazón,
Gracias Presidente,
Gracias corporación, empleados y todas las farmacias del Grupo Cofares.
Gracias por este premio. Esta caricia y cariño que se nos da hoy, no es sólo a una persona, a una ong. Es a miles de voluntarios, de cooperantes, de ongs.
Una vez más un mundo mejor es posible, gracias a empresas, sociedades y fundaciones como la tuya Don Carlos.
Sois muchas las empresas, en las que ya sus fines principales, no solamente son los puestos de trabajo y la riqueza, ahora también es compartir con los que menos tienen. Ya empieza a existir, la cultura de la responsabilidad social.
De vosotros hemos recibido durante muchos años, donaciones para ayuda humanitaria, para catástrofes, tsunamis, terremotos en el Salvador y Haití. Para África una UVI y ahora recientemente para Filipinas, material sanitario y alimentos infantiles.
Gracias de verdad, estamos en Navidad y acabo de recibir del Obispo Pedro Casaldáliga, el Obispo de los Pobres de Brasil, una felicitación que me ha llegado al alma, y que quiero compartir con todos ustedes,
Todavía «no hay lugar para ellos, ni en Belén ni en Lampedusa»
Todavía hay Navidad en la paz de la esperanza,
En la vida compartida, en la lucha solidaria.
Es verdad, en esta navidad todavía no hay lugar para muchos, en nuestros hogares, en nuestras casas.
Un Belén Solidario, abierto las 24 horas, en Madrid, en la calle Fuencarral, 44, será uno de los muchos testimonios de nuestras iglesias y hogares repartidos.
Sí solidaridad es compartir, solidaridad es no dar lo que te sobra,
Es dar de lo que tienes.
Gracias Majestad, gracias desde lo más íntimo de nuestra alma, de nuestro corazón, recibir de ti, de usted, de Su Majestad, ya es un premio.
Majestad, lo hemos dicho en muchas ocasiones y hoy lo decimos una vez más, que usted no es sólo la Reina de España, es la madre, esposa, la abuela, qué imagen más hermosa verla rodeada de sus nietos. Pero también es la madre de los desfavorecidos, de los niños, mujeres y hombres castigados por las guerras, por las catástrofes… es la madre, de los desfavorecidos no sólo en España también, de otros países de América y de África.
Cuántas veces la hemos visto sonreír y llorar con las víctimas y con los niños. De rodillas ante los niños con Sida, uno de ellos, Rodrigo que falleció al poco tiempo después de su vista al hogar, esa foto que preside mi mesa en mi despacho.
Gracias, Gracias….
El Papa Francisco, el Papa de los pobres, el Papa que besa y abraza a los niños y a los discapacitados, el Papa que dice «dejad que los niños me abracen», lo repite muchas veces y pregunta a los matrimonios «cuántas veces al día, se dicen gracias, gracias, perdóname, perdóname» Y con esa sonrisa y buen humor les dice «aunque a veces vuelen los platos, no dejéis de pediros perdón al final del día».
De vosotros hemos recibido durante muchos años, donaciones para ayuda humanitaria. Y no dudo, que si necesitara ahora gasas y desinfectantes para curar las heridas de las cuchillas, sibilinamente llamadas concertinas, que cortan (aunque algunos lo duden), me las donaríais .
Aprovecho este momento, este lugar tan peculiar y emblemático, para seguir pidiendo su retirada, antes de la Navidad, porque no nos gustan, aunque estén autorizadas, y esto no es demagogia decirlo, pues también muchos políticos y dirigentes, sin ruborizarse, decís que no os gusta la derogación de la Doctrina Parot.
Ojalá, que los que piden que se rompa el Concordato, que nos no preocupa tanto, pidan también que se retiren las cuchillas, si unos y otros las han puesto, las deben quitar.
Quiero terminar diciendo, como el Papa Francisco, en silencio y de corazón: Pido a Dios la bendición para todos ustedes, los creyentes y no creyentes, porque todos somos hijos de Dios.
Gracias y Feliz Navidad