La tentación más grande que ha tenido siempre la Iglesia de la Iglesia, ha sido la del clericalismo, hacer cristianos de sacristía, y no de vida pública, que es donde se gestiona el bien de todos
(AVAN).- El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, presentó anoche en la Universidad Católica de Valencia «San Vicente Mártir» (UCV) la exhortación apostólica «Envangelii Gaudium» (La alegría del Evangelio), del papa Francisco, y ha destacado cómo el Pontífice «nos pide que nadie nos robe la alegría auténtica del Evangelio, que es la de saber que Dios cuenta con cada uno de nosotros, y que nos invita a ser audaces y creativos».
El prelado ha recordado la llamada del Papa a transmitir a los demás esa alegría que debe traducirse en un compromiso misionero «a salir de la comodidad» y evitar caer en «la tentación más grande que ha tenido siempre la Iglesia de la Iglesia, que ha sido la del clericalismo, hacer cristianos de sacristía, y no de vida pública, que es donde se gestiona el bien de todos».
«Estamos en una nueva etapa en la que hay que anunciar el Evangelio con formas nuevas, porque no sólo ha cambiado el decorado en esta situación sino todo el escenario«, ha dicho monseñor Osoro y, en este sentido ha destacado también el papel de la Universidad, que el Papa califica como «ámbito privilegiado para la acción evangelizadora».
Por su parte, el rector de la UCV, José Alfredo Peris, ha señalado que «toda la exhortación apostólica rezuma un humanismo que debiera impregnar todo el espíritu universitario». Son «páginas de extraordinaria vivacidad intelectual» en las que el papa Francisco describe cómo «la primacía del amor de Dios configura un humanismo misionero de la alegría, de la misericordia y del amor por los pobres». Además, ese humanismo «tiene vigor para inspirar cada una de las ciencias y disciplinas universitarias«, ha subrayado Peris.
Por su parte, el vicerrector de la UCV José Luis Sánchez, se ha mostrado convencido de que la exhortación apostólica «es un giro copernicano en cómo presentar los contenidos de la fe y su estructura pastoral». Se trata de una «invitación llena de alegría a una nueva etapa evangelizadora», ha puntualizado.