También nosotros somos José este domingo final de adviento. Alguna vez hemos pensado en huir, abandonar la tarea, dejársela a Dios
(Xabier Pikaza).- El signo de Adviento era ayer una mujer embarazada a la orilla del mar de la vida, esperando al «niño de Dios» (con Is 7). Hoy el signo es José, el esposo de María, a quien el «el ángel» pide que escuche a Dios y acoja al hijo de su esposa.
Para leer el artículo completo, pinche aquí