Lo que será preciso comentar y destacar, una y otra vez, es el camino del ascenso y purificación del hombre que, llamado al amor del desposorio por el Cristo, quiere responderle poniéndose en sus manos
(Xabier Pikaza).- Los creyentes sabemos, con Juan de la Cruz, que Dios llora y gime para que nosotros podamos cantar y gozar;
— llora con todos los que siguen llorando en esta Navidad,
— haciéndose solidario de los expulsados y excluidos,
— ante el pasmo admirado de su madre, que quiere acompañarle desde el principio en el Camino de la Navidad,
— para que todos podamos recrear nuestra vida, en amor solidario.
Siga leyendo quien quiera entender un poco más la Navidad, con el Romance de Juan de la Cruz.
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