Los clipmetrajes son vídeos de un solo minuto en los que los concursantes plasman su visión sobre el problemas que les planteamos
(Jesús Bastante)- María Menchero, de Manos Unidas, viene a hablarnos del concurso de clipmetrajes que organiza la ONG, que va ya por su quinta edición.
«Los clipmetrajes son vídeos de un solo minuto en los que los concursantes plasman su visión sobre el problemas que les planteamos», explica María, sobre la campaña cuyo lema es «Tu punto de vista puede cambiar el mundo».
Este año el padrino de honor y jefe del jurado del concurso es el cineasta Santiago Zannou, y el tema propuesto es el desafío del hambre: «Un problema que Manos Unidas entiende que tiene causas evitables«, cuenta María. «No es el destino, no es que tenga que ser así, no es mala suerte… el hambre puede erradicarse», afirma.
Vuestro festival de clipmetrajes va ya por la quinta edición…
Eso eso. Este año el festival arrancó el 17 de octubre, que fue el Día para la Erradicación de la Pobreza.
¿Qué es un clipmetraje?
Un vídeo de un minuto. Lo que pretendemos nosotros es que a través del lenguaje audiovisual y de la capacidad de síntesis, la gente pueda contar en un minuto cómo entiende un problema que nosotros le proponemos. Eso es lo que queremos que reflejen los clipmetrajes.
En las últimas ediciones hemos trabajado África, el acceso a los servicios básicos (salud, educación, agua y saneamiento), medio ambiente, globalización, género… Y este año y probablemente el que viene vamos a trabajar el desafío del hambre en el mundo.
¿Cómo puede ser que siga habiendo hambre en un mundo que produce suficientes alimentos para todos?
Ésa es la clave, porque a día de hoy se produce la mayor cantidad de alimentos de la historia, y sin embargo hay más hambrientos que nunca.
¿Se tiran más?
Y están mal repartidos.
¿De dónde salió la idea de los clipmetrajes?
La idea responde a una realidad que veníamos observando, y es que los más jóvenes entienden mejor y tienen mucho más incorporado este lenguaje que los mensajes escritos, a los que nosotros estamos más acostumbrados. Es un lenguaje con el que ellos se sienten muy cómodos, porque además les entretiene mucho. En la categoría de escuelas (que es la que está dirigida a colegios e institutos, y también a parroquias, asociaciones, grupos de catequesis… cualquier ámbito más o menos en la franja de edad hasta bachillerato) hemos visto que al principio se lo toman como un juego que les divierte mucho, pero se acaban concienciando. Poco a poco se van metiendo en el tema, se reparten las tareas (con lo cual se fomenta el trabajo en equipo), se lo pasan muy bien… y al final sale un buen trabajo. Luego, además de esta categoría dirigida a estudiantes de secundaria y bachillerato (entre 13 y 18 años), hay una categoría general dirigida al ámbito profesional (para mayores de 18 años). Es un premio individual, y está orientado a gente interesada en temas de desarrollo (por ejemplo, en el ámbito universitario) o en el ámbito audiovisual (interesados por el mundo del cortometraje y de la imagen).
¿Qué repercusión está teniendo la campaña?
Pues la verdad es que tenemos mucha suerte: la idea gusta mucho, funciona muy bien, y tenemos padrinos de lujo que enseguida nos han dado su apoyo. Y el concurso va muy bien. El último año recibimos más de 600 clipmetrajes. Estamos trabajando en varios recopilatorios de los vídeos que han ganado en las últimas ediciones, y algunos que han quedado finalistas porque también son muy buenos, y los estamos exhibiendo en varios festivales de cine. Hemos estado en el festival de Gijón, en el certamen de cortos de Soria, en el de Alcalá de Henares…
¿Y crees que vuestras muestras calan en el público general?
La verdad es que están teniendo muy buena acogida, y además nos está permitiendo, de modo colateral a la Iglesia, llegar a nuevos públicos que no tienen un acceso tan directo a lo religioso: el mundo de la cultura, el mundo del cine, las escuelas de audiovisuales… y estamos consiguiendo que se enganchen a los temas de cooperación, ayuda humanitaria, etc. La prueba es que a gente colabora, repite y vamos a más.
¿Con qué imagen de todas las que has visto en los clipmetrajes te quedarías?
Bueno, como no soy jurado puedo decirlo… A mí me gustó mucho uno que trataba el tema de la mujer. La imagen es la caja de un supermercado, y según la cajera va pasando los productos, van saliendo las desigualdades entre hombres y mujeres: el analfabetismo, la diferencia salarial, que el 70% de las víctimas de pobreza son mujeres… Me parece que es muy gráfico y que sintetiza muy bien una idea.
De la convocatoria escolar también hay muchos que sorprenden. Hay uno que utiliza rl juego de Apalabrados del iPhone, y es también muy bueno. Lo ha hecho un chico de 16 años.
Contáis con cineastas de primera línea que os apoyan…
Sí. A Inmanol Uribe le hemos nombrado padrino de honor porque nos apoya mucho. Santiago Zannou es el más veterano en colaborar con nosotros (ésta va a ser su cuarta edición), y este año además es presidente del jurado.
El premio al mejor clipmetraje es un viaje con el presidente del jurado (este año Zannou) para visitar proyectos de Manos Unidas en el mundo, y para hacernos un cortometraje documental de autor. Para ellos es una oportunidad de ver cosas que de otro modo no verían, aunque viajaran por su cuenta.
¿Cómo se puede participar?
Hay de plazo hasta el 28 de febrero. Entrando en clipmetrajesmanosunidas.org te puedes registrar y subir el clipmetraje en una plataforma muy sencilla, que soporta mucho peso y está muy preparada (aunque no conviene dejarlo para el final porque se colapsa la web). Yo invitaría a todo el mundo a participar, para poder darnos su visión de los problemas que Manos Unidas entiende que tienen causas evitables (no es el destino, no es que tenga que ser así, no es mala suerte…), y pueden erradicarse. Y como dice el lema del concuros de clipmetrajes: «Tu punto de vista puede cambiar el mundo».
También nos pueden seguir a través de las redes sociales. El fallo final del jurado será a principios de mayo, porque lleva su tiempo.