Centenario de su nacimiento

El canónigo Josep Espasa

"Un hombre liberal, abierto, objectivo y ecuménico"

El canónigo Josep Espasa
Mosén Espasa

No hay más que una Iglesia y hace falta reformarla desde dentro

(Josep Miquel Bausset).- Josep Espasa i Signes nació en Dénia el 9 de enero de 1914, hoy hace 100 años. El 1925 ingresó en el Seminario de València y posteriormente estudió en la Universidad Gregoriana de Roma, donde el 1937 obtuvo el doctorado en Teología.

El 1939 fue nombrado profesor del Seminario de València y del 1945 al 1970, fue Rector del Colegio de Santo Tomás de Villanueva, de la capital del País Valenciano. Fue delegado de Ecumenismo de la diócesis y fundador del Centro Ecuménico Interconfesional. Escribió los libros, Falseamientos y verdades cristianas y Que hace falta creer.

El canónigo Josep Espasa fue el promotor de la apertura de la Iglesia valenciana, y por eso, alrededor suyo como Rector del colegio de Santo Tomás de Villanueva, salieron una serie de sacerdotes que destacaron por su espíritu innovador. Además, apoyó el uso del valenciano en la liturgia.

Como destaca Ramir Reig, en el libro «Feixistes, rojos i capellans», Josep Espasa hizo del Colegio de Santo Tomás, «un espacio abierto a la amistad y a la búsqueda en común». Y sus alumnos, «se transformaron en elementos críticos por amor a la verdad», con el deseo que «la Iglesia se liberara de hipocresía y de hipotecas, y llevara el Evangelio al Pueblo». Esos discípulos, fueron con el tiempo, presbíteros que destacaron por su espíritu innovador. Entre ellos cabe destacar a Emili Marín, fundador de la revista Saó.

Josep Espasa concebía un cristianismo antidogmático, siendo un firme seguidor del camino abierto por Mounier. Entre sus elementos pedagógicos, destaca su capacidad para organizar encuentros y charlas sobre el momento político de entonces.

Como dice Nel•lo Pellicer, Espasa era «un mediterráneo apasionado por la verdad, que él veía sintetizada en el Evangelio». El canónigo Espasa, «un hombre de fe luminosa», no fue nunca ni un contestatario, ni un radical. Pero sí que estaba dispuesto a «abrir cualquier puerta, sin temores, ni prejudicios». Su carácter abierto, hizo que acogiese en el Colegio de Santo Tomás, a sus amigos, Joan Fuster y Vicent Ventura, dos de los mejores intelectuales del País Valenciano. También invitó a Llorenç Gomis, para que predicara los ejercicios espirituales a los seminaristas.

El 1970, una vez expulsado del Colegio de Santo Tomás por su ideología progresista, el canónigo Espasa volvió a Dénia, donde desplegó su magisterio, de la misma manera como antes lo había hecho en València,. En Dénia se hizo cargo de la ermita de la Pedrera. Fue en Dénia, el 1963, cuando el canónigo Espasa, siempre hospitalario, acogió en su casa a su amigo Vicent Ventura, confinado allí, en un exilio forzoso, por el hecho que el periodista valenciano había participado en el Contubernio de Múnic. En Dénia, en casa del buen canónigo Espasa, acompañé a mi padre, a visitar al amigo Ventura.

El canónigo Josep Espasa murió el 1980, y tres años más tarde fue nombrado Hijo Predilecto de Dénia. Su biblioteca, con importantes obras de teología, pastoral y filosofía, el 1983 pasó a formar parte de la Biblioteca Valenciana.

El 2005, en el 25 aniversario de la muerte del canónigo Espasa, el Ayuntamiento de Dénia puso una placa a la ermita de la Pedrera, que nos recuerda a este sacerdote represaliado por sus ideas progresistas y por su compromiso con la lengua del País Valenciano. En aquel acto, su sobrino, Antoni declaraba que el canónigo Espasa fue «un ferviente amante de la vida en la Pedrera, donde todos eran amigos suyos».

Como ha escrito Vicent Cremades en el libro, «L’Església en la Transició», el canónigo Espasa fue «un hombre liberal, abierto, objectivo y ecuménico» y también un sacerdote abierto a las tendencias más modernas de su tiempo. En su amor por la Iglesia, el canónigo Espasa decía: «No hay más que una Iglesia y hace falta reformarla desde dentro».

En el centenario del nacimiento del canónigo Josep Espasa, tanto el arzobispado de València como el de Oriola-Alacant y el Ayuntamiento de Dénia, habrían de rendir un acto de homenaje al sacerdote Josep Espasa, un hombre bueno, libre y amigo de todos.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

Lo más leído