Cataluña, País Vasco, Baleares, Murcia, Madrid, Aragón, Asturias y Valencia por debajo de la media
La clase de Religión se apaga. Lentamente. Sigue siendo mayoritaria en las primeras escalas de la educación, pero lo cierto es que en la última década la cifra de alumnos matriculados en centros públicos ha caído 14 puntos en Primaria, 17 en Secundaria y 23 en Bachillerato, según se desprende del Anuario Estadístico: Los datos de la Educación en España, publicado por el Ministerio de Educación.
Los datos son esclarecedores. Si en educación primaria, desde los 5-6 años hasta los 12, un 71,19% de los alumnos de todos los centros (tanto públicos, como privados y concertados) escoge elige la enseñanza de religión católica; en secundaria, de los 12 a los 16, la cifra disminuye hasta el 52,28% y ya en Bachillerato, de los 16 a los 18, apenas representa un 33,42%, según el Anuario.
La comparación con décadas anteriores resulta tumbativa. Así, ell número de alumnos de Primaria que estudia Religión en los centros públicos ha caído del 79,4% al 65% en la década transcurrida entre los cursos 2001-2002 y 2011-2012. En Secundaria el porcentaje ha bajado del 55,5% al 38,1% y en Bachillerato la reducción es todavía más pronunciada, pasando de un 43,4% a un 20,4% de alumnos que opta por la asignatura.
El descenso en la enseñanza privada (concertada y no concertada) también es patente, cayendo del 88,6% al 84,22% en primaria, del 88,4% al 80,05% en secundaria, y del 89,7% al 70,80% en Bachillerato.
La cifra de ‘desenganchados’ de la asignatura de religión es aún más significativa en el caso de los alumnos de centros públicos que cursan bachillerato. Apenas el 20,40% opta por incluir esta materia en sus planes de estudio mientras que en los centros privados el 70,30% de los estudiantes de últimos cursos sí se decanta por el aprendizaje del cristianismo. Una cifra similar a la de los centros concertados con un 70,80 por ciento.
El desencanto con la materia de religión aumenta en todas las etapas educativas. Si en los centros públicos, en primaria lo estudian un 65% de los alumnos, en secundaria desciende al 38,07% y en bachillerato sólo un 20,40% la cursa. En los centros privados se produce algo similar aunque con caídas mucho menores: un 84,22% en enseñanza básica, un 80,05% en la ESO y el ya citado porcentaje del 70,30 en bachillerato.
En primaria y por Comunidades Autónomas, casi el 90 por ciento de los alumnos extremeños de primaria en centros públicos cursa religión católica frente al 23% de los catalanes o el 30,5 por ciento de los escolares vascos. Andalucía, Canarias, Castilla-La Mancha y Murcia son las otras Comunidades Autónomas que cuentan con cifras de alumnos de religión católica superiores al 80%. Por otra parte, llama la atención el caso de Baleares: sólo un 55% de sus estudiantes optan por religión católica frente al 44,9% que cursa otras religiones.
En Ceuta, casi el 26% de los alumnos de primaria cursa religión católica en comparación con el 71,6% matriculado en otras religiones. En Melilla, los matriculados en religión católica representan un 22,8% frente al 66,1% de otras religiones.
En secundaria, Extremadura, Andalucía y Canarias, al igual que en la etapa precedente, también lideran la estadística con un mayor número de alumnos de religión en centros públicos. La matrícula de religión católica cae significativamente y representa un 60,6% en Extremadura, un 57,9% en Andalucía y un 54,2% en Canarias frente a las ‘repetidoras’ Cataluña (con sólo un 9,2% de alumnos matriculados en dicha materia), Baleares (13,5%) y País Vasco (19,5%).
Finalmente, en el caso de Bachillerato, cabe destacar que sólo un 1,3% de los alumnos de centros públicos en Baleares está matriculado en religión católica. Cataluña, con un 1,9%, y País Vasco con un 3,8% ocupan el segundo y tercer puesto respectivamente de comunidades con menos alumnos que escogen religión. Los territorios con un mayor número de estudiantes de la fe católica son Canarias, con un 42%, Andalucía, con 35,5%, y la Rioja con un 28,2%. Con porcentajes algo mayores pero por debajo de la media nacional se sitúan Murcia, Madrid, Aragón, Asturias y Comunidad Valenciana.