A veces puede ser mejor renunciar a vivir en todos los detalles lo que vuestro itinerario exigiría, con tal de garantizar la unidad entre los hermanos que forman la única comunidad eclesial
(Jesús Bastante).- Francisco recibió este sábado al Camino Neocatecumenal. Más de 8.000 kikos se dieron cita en el Aula Pablo VI, en la que supone la primera gran audiencia «privada» de este Papa. Un gesto importante, que no obstante esconde otros datos, palabras y hechos que, caso de no darles relevancia, podrían llevarnos a pensar poco menos que Bergoglio se ha «entregado» a este importante movimiento. Vayamos por partes.
En primer término, el lugar. El Aula Pablo VI. Un auditorio imponente, repleto de neocatecumenales. Todo un éxito… si no fuera porque la intención, y la petición expresa, tanto de Kiko Argüello como de Carmen, era la de una macro audiencia en la plaza de San Pedro, encontrándose con un rotundo «no» por parte de Bergoglio.
En segundo lugar, los términos. Francisco recibió a los kikos justo un día antes de la celebración de la Vida Consagrada, en la que acaba de hacer una alabanza de religiosos y religiosas, a los que ha dedicado 2015. Una prueba más de lo que llevamos diciendo desde hace casi un año: la Iglesia de Francisco será una Iglesia del «Nosotros», o no será. Todos debemos sentirnos partícipes de la construcción de este edificio, como -ahora lo veremos- el propio Francisco se encargó de recordar a los kikos.
En tercer lugar, la liturgia. Francisco no participó en el espectáculo montado por Kiko Argüello. Incluso, retrasó una media hora su llegada -este Papa es un obseso de la puntualidad- para intentar permitir que el líder neocatecumenal concluyera su speech. Pero eso, como muchos, sabemos, es prácticamente imposible. Y muchos vimos la paciencia demostrada por el Obispo de Roma.
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