Fue beatificado por Urbano VIII en 1630, y canonizado por Alejandro VIII en 1691
La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios (OHSJD) nació en Granada en 1539, después que su fundador, llamado Juan Ciudad y reconocido por el pueblo y la Iglesia como San Juan de Dios, estableciera allí el primer hospital del mundo financiado gracias a limosnas y donaciones, dedicado a la atención de personas enfermas sin recursos, que iba recogiendo por las calles. Juan Ciudad estableció además las bases de un nuevo concepto de atención socio sanitario, al tratar a las personas enfermas desde un enfoque integral y con el máximo respeto por su dignidad.
Actualmente la OHSJD está presente en 52 países y atiende diariamente a 82.000 personas en todo el mundo, a través de sus 300 obras, dedicadas a la atención sociosanitaria de personas enfermas y en riesgo de exclusión social, sin ningún tipo de distinción por su origen, raza o creencias religiosas.
La OHSJD en España cuenta con 75 centros y dispositivos donde se atienden a 800.000 personas al año, que incluyen centros sanitarios (hospitales generales, infantiles, Salud Mental, Escuelas de Enfermería, Fisioterapia, Formación Profesional sanitaria…), centros socio-sanitarios (para la atención de la discapacidad física y la discapacidad intelectual, así como toda la patología de la cronicidad), y centros sociales (albergues, pisos de inclusión social, economatos sociales, comedores sociales, Centros de día de Discapacitados con Colegios de Educación Especial, Centros de Acogida, CETs, Fundaciones Tutelares, Inserción Laboral, etc.).
San Juan de Dios, un emprendedor en el siglo XVI
San Juan de Dios nació en 1495 en la localidad portuguesa de Montemor o Novo bajo. A los ocho años tuvo que dejar su casa paterna, trasladándose a Torralba de Oropesa (actual provincia de Toledo), a la casa de un mayoral de nombre Francisco, donde trabajó como pastor. A la edad de 28 años se alista como soldado al servicio del emperador Carlos V, lo que le llevó a Fuenterrabía, Viena y Flandes en las distintas misiones que participó a lo largo de varios años.
Tras esta etapa viajera, Juan Ciudad regresó a su pueblo natal y conoció la triste noticia del fallecimiento de sus padres. Posteriormente vivió en Sevilla donde retomó su profesión de pastor, y también en Ceuta, donde trabajó como peón en la construcción de las murallas, y en Gibraltar, como vendedor de libros. Tarea que continuó en la ciudad de Granada, donde se encontraba cuando escuchó un sermón de San Juan de Ávila.
Las palabras de éste tuvieron un gran impacto en Juan Ciudad, que sufrió una extraordinaria conmoción espiritual, siendo tomado por loco y recluido en el Hospital Real granadino. Durante su estancia en este hospital junto al resto de personas con trastorno mental, Juan Ciudad vivió en las duras condiciones que el resto de sus compañeros, maniatados y esposados, con sesiones de azotes, baños de agua fría y aislamiento, entre otras medidas.
Esta experiencia le hizo reflexionar y cuando salió del Hospital Real decidió ayudar a esta personas para que tuviesen una atención adecuada. Juan Ciudad comenzó entonces a atender a pobres y enfermos en una casa, recogiendo limosna para sostener su empresa, que poco a poco fue creciendo hasta que pudo fundar su primer hospital en Granada, ayudado por algunos seguidores que decidieron apoyarle en su tarea.
Sin saberlo, fue un pionero que se adelantó a su época, defendiendo los derechos de las personas enfermas y marginadas, para que pudiesen llevar una vida digna y recibiesen una atención integral de calidad.
Juan Ciudad pasó a ser conocido como Juan de Dios, y se convirtió en una persona muy destacada y conocida en la Granada en su época, además de protagonizar algunos acontecimientos que dicen mucho de su carisma y vida ejemplar, como el desalojo de los enfermos en el incendio del Hospital Real en julio de 1549.
Falleció en 1550 a raíz de una pulmonía, tras socorrer a un joven que había caído al río Genil. Fue beatificado por Urbano VIII en 1630, y canonizado por Alejandro VIII en 1691. El Papa León XIII declaró en 1886 a San Juan de Dios patrono de todos los hospitales y enfermos del mundo. En España también es Patrono de los Cuerpos de Bomberos.