Toda la Iglesia española está intentando hacer lo que nos dice el Papa, una iglesia de puertas abiertas
(AVAN).- El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, elegido el pasado miércoles vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, ha asegurado esta tarde en Valencia que entiende esta responsabilidad «como un servicio más a la Iglesia, a los obispos de España, y lo voy a intentar hacer en gratuitad total y en entrega total, como hizo Nuestro Señor Jesucristo».
En un encuentro con medios informativos en el Palacio Arzobispal, a su llegada de Madrid, monseñor Osoro ha expresado que su designación «no cambia para mí lo que es más importante y esencial, que es lo que el Señor me ha regalado a través del sucesor de Pedro, y es ser Arzobispo de Valencia«.
En este sentido, al ser preguntado por su futuro, ha asegurado que «mi única aspiración, es que yo gaste mi vida hasta la muerte aquí, por la gente de Valencia, para lavar los pies como hizo Nuestro Señor, absolutamente a todos».
Monseñor Osoro ha subrayado que en la Conferencia Episcopal «lo que cambian son las personas, y cada persona tenemos un modo de ser y de actuar que son naturalmente distintos pero, en lo fundamental somos lo mismo y tanto los que han estado antes como los que estamos ahora lo hacemos con el mismo cariño». En todo caso, «se acentuarán aspectos que cada uno de nosotros tenemos por regalo del Señor, no por aportación personal».
Igualmente, respondiendo a preguntas de los informadores, ha expresado que «toda la Iglesia española está intentando hacer lo que nos dice el Papa, una iglesia de puertas abiertas, que sirve a los demás, que va al encuentro del ser humano con la misericordia, que intenta trabajar no por proselitismo sino por atracción, porque somos capaces con nuestra vida y testimonio de convencer, y esto lo hacemos todos en la Conferencia Episcopal».
También ha destacado que «voy a ser muy fiel al presidente, como todos, y aportaré lo que los obispos quieran, porque la Conferencia es, sobre todo, un lugar de comunión de los obispos», ha precisado.
Finalmente el Arzobispo ha defendido la necesidad de «una nueva estética del ser humano, que es la que aporta el cristianismo, basada en fomentar la comprensión y la convivencia, que es lo que necesita nuestro país, y yo estoy dispuesto a desvivirme por ello, porque es la cultura de la que el Papa habla, la de la inclusión, no de la exclusión» .