Nosotros somos mucho más esclavos de nuestra energía de lo que un campesino ruso puede serlo del pan
(José Ignacio González Faus)- No acabo de comprender el empeño de mucha gente que se las da de progre, por dejar bien claro que no tienen nada en común el problema de Crimea y el de Cataluña. Por supuesto se pueden encontrar mil diferencias: desde que en Cataluña no ha habido soldados ni muertos (a Dios gracias), hasta que en Crimea no tienen sardanas ni botifarra amb mongetes. Pero un antiquísimo refrán latino decía que las comparaciones nunca valen en todos los aspectos («comparatio non tenet in omnibus»). Y puestas todas las diferencias que ponerse quieran, siempre quedará un punto común que me parece decisivo: si la voluntad de (parte de) un pueblo es de tal modo esencia de la democracia que queda por encima de la Constitución incluso sin necesidad de reformarla.
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