Creo que las oraciones oficiales nos dan muy escasa motivación para el compromiso real
(Jairo del Agua).- Continuó el coloquio después de la charla sobre Redención. Yo estaba feliz porque me llena de gozo «dar razón de mi esperanza» (1Pe 3,15) como nos enseñó Pedro y «hablar de corazón a corazón» con quienes buscan al Señor sinceramente:
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