El 11 de diciembre de 1922 y mientras Enric Reig era arzobispo de València, el papa Pio XI lo creó cardenal. Tres días después, Reig era nombrado arzobispo de Toledo, donde murió 5 años más tarde, el 25 de agosto de 1927
(J. M. Bausset).- El valenciano Enric Reig Casanova fue preconizado obispo de Barcelona el 28 de marzo de 1914, hoy hace 100 años, substituyendo en la diócesis barcelonense al también obispo valenciano, Joan Josep Laguarda Fenollera, fallecido el 4 de diciembre de 1913.
Nacido en València el 20 de enero de 1859, aunque de familia originaria de Agullent, Enric Reig estudió el bachillerato en el instituto de Xàtiva y los estudios eclesiásticos en el Seminario de València. Pero poco antes de su ordenación presbiteral, Reig dejó el Seminario i se casó. A la muerte de su esposa, el 1885, Reig decidió ordenarse. Su ordenación tuvo lugar en Almería, donde impartió clases en su Seminario. Posteriormente fue Vicario General de la diócesis de Mallorca. También estuvo en la de Toledo, con el cardenal Sancha.
Preconizado obispo de Barcelona hoy hace 100 años, la consagración episcopal de Enric Reig tuvo lugar el 8 de noviembre de aquel mismo año y su entrada en la diócesis barcelonense, el 21 de noviembre siguiente. Reig fue recibido en Barcelona, como dice la crónica del tiempo, con una entrada «solemne». Enric Reig fue obispo de la diócesis de Barcelona, del 1914 al 1920, año que fue nombrado nuevo arzobispo de València.
Durante los 5 años y medio de obispo de Barcelona, Enric Reig hizo la visita pastoral a todas las parroquias de la diócesis, escribiendo su primera pastoral, La justicia y la paz, que dirigió a todos sus diocesanos.
El obispo Reig apoyó y participó en el I Congreso Litúrgico de Montserrat, que se celebró del 5 al 10 de julio de 1915. En la alocución hecha en el Congreso, el obispo Reig destacaba «la renovación y la intensificación de la vida litúrgica». Además, subrayaba el hecho que el Congreso se celebrara en Montserrat, «que tiene profundas relaciones con la liturgia», y en una montaña «donde existe la devoción de Cataluña a la venerada Imagen».
En Barcelona, el 1916 el obispo Reig creó el Museo Diocesano de Arte Sagrado, y en 1917 promovió una Misión general en toda la diócesis. También emprendió la modernización del Seminario de Barcelona y su plan de estudios. Reig Participó en el VII Centenario de la fundación de la Orden de Nuestra Señora de la Merced en Barcelona y en 1918 impulsó el Sínodo Diocesano, fundando también la asociación, Acción Popular.
El 11 de junio de 1920, Reig se despedía de Barcelona, solo físicamente, ya que como decía él mismo «permaneceré con vosotros hasta la muerte». Como contaba La Voz de Valencia, en la entrada de Reig en la diócesis valenciana, el 27 de junio, el arzobispo Reig tuvo «un recibimiento verdaderamente grandioso, que le tributaron sus paisanos», ya que era el primer obispo valenciano en la diócesis de València, desde que en 1813 murió el arzobispo Joaquim Company.
El 11 de diciembre de 1922 y mientras Enric Reig era arzobispo de València, el papa Pio XI lo creó cardenal. Tres días después, Reig era nombrado arzobispo de Toledo, donde murió 5 años más tarde, el 25 de agosto de 1927.