Ramón Baltar

Déjenlo ya

Un sector de la jerarquía está dispuesto a amargarle la vida al colega de Roma

Déjenlo ya
Ramón Baltar

Algunos de nuestros ordinarios ni a mediocres llegan y van por ahí pregonándolo a campanilla batiente

(Ramón Baltar).- Empieza a escandalizar que ciertos obispos sigan cargando contra las leyes civiles que permiten a dos personas del mismo sexo casarse y adoptar hijos después de que Francisco se haya indicado cómo se ha tratar tan delicado tema. No menos la violencia verbal con que se producen y la tosquedad de los argumentos que manejan.

Hay una cuestión: si el papa ha dicho que quién es él para para juzgar el amor que ya osa decir su nombre y mostrar su rostro, comentarios como el último del obispo de Málaga se prestan a ser entendidos como desautorización de su magisterio.

Lo cual confirma la muy extendida sospecha de que un sector de la jerarquía está dispuesto a amargarle la vida al colega de Roma llevándole la contraria en público, cosa que nunca hacen con sus pares, y se aviene muy mal con la idea de comunión con y obediencia a Pedro.

Resulta incomprensible que quien hace profesión de anunciar la Palabra no sepa encontrar las justas para exponer sus ideas con el respeto debido a quien no las comparte y el decoro que su posición requiere. La comparación del matrimonio igualitario con el de un hombre y un animal es de una desconsideración y zafiedad aterradoras, de las que descalifican para guía espiritual. Ni la libertad de expresión ni el deber de predicar la verdad son excusas válidas para denigrar a los que se dice comprender y hasta querer ayudar.

Desaprueba el malacitano de nombre catalán la adopción de niños por matrimonios formados por dos hombres o dos mujeres porque eso los expone al peligro de que los tomen como modelos. Esta arbitrariedad nace de considerar la homosexualidad conducta aprendida, no inclinación ínsita, para lo cual hay que ignorar o tergiversar el dato de la realidad que lo contradice: de parejas heterosexuales salen hijos homosexuales.

Una hablilla de la clarecía ilustrada declara que la mediocridad episcopal es un asunto de disciplina eclesiástica. Algunos de nuestros ordinarios ni a mediocres llegan y van por ahí pregonándolo a campanilla batiente.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

Lo más leído