Danos de ese Pan”, del pan de tus entrañas, el pan amasado y cocido en tu seno, el Pan de Vida, Mujer del Carpintero, Mujer trabajadora y solidaria
(Ángel Moreno, de Buenafuente).- María, con tu actitud solidaria de subir deprisa a la montaña para acompañar a tu prima Isabel, ya anciana, y ayudarla en sus tareas durante tres meses, hasta dar a luz al pequeño Juan, nos enseñas a poner amor en nuestro trabajo y prestar nuestras manos y capacidades en favor de los demás.
Te contemplo, en este día en honor de tu esposo San José, a quien veneramos por su trabajo bien hecho y vemos siempre discreto, responsable, como la mujer del Carpintero. Alguna tarea del taller, quizá de trabajar la madera, o quizá, como dicen ahora, de albañilería, te implicaría.
Te contemplo como ama de casa, haciendo de tu hogar un lugar habitable, cálido, amoroso, en el que no faltaría la torta de pan cocido al horno de leña. Me traes a la memoria a mi madre, a quien de niño veía cerner la harina en la artesa, después de que mi padre la trajera al moler el trigo en el molino.
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